El joven estudiante británico murió en mayo pasado tras una intensa jornada dedicada a su afición favorita. La autopsia reveló que Staniforth falleció a consecuencia de una trombosis venosa en las piernas que llegó a sus pulmones. Las trombosis suelen estar asociadas a pasajeros que viajan durantes horas y permanecen inmóviles por largos periodos de tiempo.El joven había permanecido durante horas sin moverse y esto pudo provocar el fatal bloqueo sanguíneo que lo llevó a la muerte.El joven era un jugón de alto nivel y amaba 'Halo', un videojuego que le permitía medirse online con otros jugadores de diferentes países. Después de varias horas jugando le dijo a su amigo que tenía un fuerte dolor en el pecho y poco después se desmayó. Su amigo avisó a los servicios de emergencias, pero los sanitarios no pudieron reanimarlo.El padre de Staniforth ha contado que su hijo "vivía para su Xbox" y que dedicaba 12 horas diarias a jugar. Este hombre no quiso culpar a los videojuegos de la muerte de su hijo, porque asegura que su intención es crear conciencia sobre los riesgos de un abuso de los videojuegos.La compañía Microsoft, fabricante de estas consolas, ha explicado que siempre aconseja a sus usuarios tomar descansos periódicos para hacer otras actividades.