Primer paso en mi propósito de relecturas. Me ha vuelto a impresionar como la primera vez. Willy Loman está al final su carrera y no ha llegado muy lejos. Sus hijos son jóvenes y no están centrados. Todos han perseguido inútilmente la quimera del éxito y han fracasado. Linda, esposa y madre, es la única que ama incondicionalmente.
Un retrato muy duro de una existencia desorientada desde el primer día. La obra, en dos actos, da saltos al pasado y nos muestra el origen de los problemas de Biff (el hermano mayor) envenenado de resentimiento. En estas retrospecciones Miller hace intervenir en el presente a figuras del pasado con las que Loman dialoga.
Loman es patético y ofrece una imagen tajante de dónde terminan la mentira y la deslealtad. Su funeral es de las escenas más tristes que recuerdo en una obra literaria.