Un anochecer de principio de verano en Dubái, en vísperas del Ramadán, una joven emiratí muere súbitamente en el ascensor del Burj Khalifa, el rascacielos más alto del mundo. Un hallazgo inesperado en los análisis de sangre post mortem que se le practican pone en peligro el buen nombre de la fallecida, así como el de toda su hamula. Su padre, el poderoso Khwaja Al Falasi, con el objetivo de esclarecer los hechos de una forma discreta, solicitará a Hessa, una joven bogada viuda perteneciente a su misma familia, una investigación paralela a la de la policía. La joven abogada, vestiga con su abaya, la túnica negra típica de su país, en su versión más estilosa, deberá compatibilizar sus indigaciones con el ayuno y celebraciones propios del Ramadán, las reuniones y enfados familiares, las compras, los centros comerciales...La investigación le dará también la ocasión de conocer más a Ahmed, el hermano mayor de la fallecida, que la ayudará en la investigación.Cuando me llegó esta novela no supe muy bien que esperar de ella. Es una mezcla, como muy bien explica su contraportada, entre novela negra, humor y chick - lit. Finalmente tras su lectura debo reconocer que me ha sorprendido y espero un segundo caso de esta investigadora.Roca 2016 / 320Pág. / 17.90€
Muerte en el Burj Khalifa se desarrolla en Dubaí. Hessa es una abogada de prestigio que recientemente ha quedado viuda. Toda su familia se rige por las estrictas leyes musulmanas aunque ella es algo así como la oveja negra de la familia. A Hessa le encanta maquillarse, vestirse bien, hacerse peinados espectaculares y una de sus grandes pasiones es ir de compras. Todo esto hace que tengas grandes conflictos con su hermana que, casada con un musulmán muy estricto y rígido, no soporta que su hermana tense las relaciones familiares.
De la cultura musulmana reconozco que no se prácticamente nada, salvo lo general. No voy a ser hipócrita, no es una cultura a la que tenga en alta estima, tendrá sus cosas buenas y malas como todas aunque por desgracia conocemos las peores. Fuera de ello creo que la autora hace una labor de documentación muy buena. Conoceremos las costumbres más básicas, lo que está prohibido, pero también descubriremos que el grado de rigidez sobre el islam es diferente dependiendo de la zona en la que has nacido. Los personajes de esta novela tendrán que pasar por el Ramadán, el noveno mes del calendario lunar islam, sagrado para ellos, en el que deben, por obligación, no ingerir ni comida ni líquidos desde que sale el sol hasta que se pone.
Agradecer a la autora que al haya añadido un glosario de términos del islam porque los personajes tienen muchas expresiones que de otra manera sería imposible identificar.Quitando la religión, muy presente en la historia, y la ambientación Muerte en el Burj Khalifa me ha gustado mucho. Hessa es una protagonista muy peculiar. Como digo tiene adicción por la moda y le encanta la ropa de marca americana. Pero es muy familiar y por ello intenta, en la medida de lo posible, cumplir con su religión aunque hayan cosas que no le parezcan razonables.
La historia gira entorno a la muerte de la prima de Hessa. Tras el mazazo que supone la noticia comienzan a aparecer informaciones sobre que la joven había muerto de sobredosis. Hay que tener en cuenta que en dicho país no se permite hacer la autopsia, ingerir alcohol o drogas supone un pecado y no está permitido. Que se diga esto sobre la hija de uno de los hombres mas influyentes del país es algo grave. Es por ello que su tío le pide por favor que investigue y limpie la memoria de su hija.
Entonces comienza una búsqueda incesante por parte de Hessa para conocer los verdaderos motivos que esconde la extraña muerte de su prima. Visita el Burj Khalifa, uno de los rascacielos más grandes del mundo y lugar en el que cayó desplomada su prima, en un ascensor. Visiona las cámaras de seguridad, y poco a poco va atando cabos. Lo que no sabe es que hay mucho detrás de su muerte y se está poniendo en peligro.
Muerte en el Burj Khalifa me ha resultado una novela contada de una forma original, con una ambientación diferente a lo que estamos acostumbrados y con una protagonista atípica para la religión de la que hablamos. A todo esto hay que sumarle el toque de humor con el que la autora ha dotado a la historia. Hay muchas cosas a destacar de la historia pero sobre todo me quedo con que Hessa no comulga con todas las directrices del Islam e intenta poner su granito de arena para cambiar cosas. Por ejemplo, en su papel de abogada, ayuda a mujeres a divorciarse y no tener que renunciar a sus hijos.
En definitiva, una lectura ligera y amena que lees sin apenas darte cuenta y deja un muy buen sabor de boca.