Muerte en la rectoría
"El gato encerrado al final había sido resultado ser en efecto una pista falsa. Su investigación había dado lugar a la posible colaboración de un valioso aliado, pero ¿había avanzado por ello hacia la resolución del caso? La respuesta parecía ser que sí, pero no tanto como habría deseado."
Fragmento de Muerte en la rectoría de Michael InnesOtra extraordinaria novela policíaca de los años 30 que ha caído en mis manos, ha sido Muerte en la rectoría de Michael Innes publicada por Ediciones Siruela (¡mil gracias a la editorial por el ejemplar!) dentro de su colección Libros del Tiempo.Muerte en la rectoría trata sobre el extraño y macabro asesinato del rector de St. Anthony, una prestigiosa universidad, santuario del conocimiento y las mentes más ilustres. El inspector de Scotland Yard, Appleby, y el agente Dodd son los encargados de averiguar quien pudo cometer tan horrible crimen rodeados de académicos bastante peculiares y opacos.
La narrativa de Innes es sublime. Su estilo se diferencia de otros escritores porque ahonda en aspectos más psicológicos y no sólo en que la pista A lleve a la B.
Su protagonista, el inspector Appleby, es un hombre con una gran formación y educación, que se ve obligado a actuar casi de psicólogo y otras veces de filósofo para poder obtener, de estos herméticos profesores universitarios, cualquier información.
Todos parecen querer jugar con él contándole medias verdades, distorsionando los hechos, soltándole enigmáticos consejos y no siendo del todo sinceros de sus movimientos aquella fatídica noche. La muerte ha sobrevolado St. Anthony College y Appleby siente que se enfrenta a uno de los casos de asesinato más complejos y sin sentido de todos.
El propio despacho del fallecido es todo un enigma, así como la distribución de las habitaciones y edificios que rodean las dependencias del rector asesinado (de hecho, en el libro viene un boceto de la distribución del college para ayudarnos a los lectores a situarnos). Pistas aquí y allá parecen sugerir un desarrollo de los acontecimientos del todo ilógico, que ponen a prueba a Appleby que ya no sabe en quien confiar ni a quien creer.
Me ha encantado que nos resulte tan difícil como lectores, dilucidar quien puede haber matado al rector Umpleby. Yo iba del todo perdida, confundida y asombrada con lo liantes que eran los fellows y por sus respuestas a las preguntas del inspector Appleby.
Todo sucede en cuestión de días, y al igual que Appleby, nos vemos absorbidos por ese mundo de rectitud, eminencias y tradicionalismos extremos que se desmoronan para demostrar que no son más que hombres ocultos tras sus títulos, pero dominados por las mismas pasiones que el más corriente de los mortales.Destaca también en la narrativa de Innes el fino humor que destilan algunas de sus escenas, sobre todo, las protagonizadas por un grupito de excéntricos estudiantes con demasiado tiempo libre, así como su descripción del mundo académico y la psique de sus peculiares e ilustres miembros. Queda clara su intención de mofarse un poco de los rencores y asperezas que pueden nacer, entre colegas de profesión, dentro del mundo académico.
También me ha gustado mucho la buena relación que existe entre el inspector Appleby y el agente Dodd. Appleby acaba haciéndose cargo del caso cuando el decano de St. Anthony mueve unos hilos para que desde la capital manden a alguien que sea capaz de resolver tan oscuro asunto con la mayor discreción posible.
El agente Dodd es el policía local, un hombre de la vieja escuela, que más que ofendido se siente aliviado de que le liberen de responsabilizarse de un asunto que, en su opinión, es demasiado engorroso.
Casi de inmediato, Appleby y Dodd desarrollan un sincero respeto el uno por el otro y a hacia sus respectivos métodos detectivescos.
Es curioso en toda la novela que no aparece ningún personaje femenino, sólo menciones muy de pasada, presentes en un discretísimo segundo plano. Se lo perdono al autor porque en esos años las universidades apenas contaban con presencia femenina.
En resumidas cuentas, puedo aseverar que, al igual que con las anteriores obras de esta colección, he disfrutado mucho leyendo esta nueva novela policíaca que aglutina lo mejor de su época y que, como un bálsamo contra lecturas más fatigosas, nos hace deleitarnos con la mejor prosa y el más intricado de los misterios. ¡Muy recomendable!
Os invito a no quedaros también sin conocer estos otros títulos rescatados por Ediciones Siruela: Un hombre muerto (reseña) de Ngaio Marsh, Muerte de un aviador (reseña) de Christopher St. John Sprigg, Un asesino en escena también de Ngaio Marsh, Misterio en blanco de J. Jefferson Farjeon (reseña) y, un nuevo título, Una dirección equivocada de Elizabeth Daly (la primera escritora norteamericana de la colección).
¡Una recopilación única de la mejor novela policíaca del siglo XX!Título: Muerte en la rectoríaAutor: Michael InnesGénero: Novela negra, Años 30Editorial: SiruelaFormato: Papel y DigitalPáginas: 344Precio: 19,95 € (Papel) y 9,99 € (Digital)ISBN: 978-84-16638-77-2
Argumento: Desde el momento en que el rector del St. Anthony’s College aparece muerto en su biblioteca, el escándalo está asegurado, pues las únicas personas con motivos para asesinarlo —una legión de excéntricos y grandilocuentes profesores— resultan ser aquellas que tuvieron la oportunidad de hacerlo. Los esfuerzos de sus colegas por ofrecer unas sólidas coartadas que sirvan a la vez para inculpar a sus enemigos académicos, así como sus particulares divagaciones intelectuales, harán que la tarea del inspector Appleby y el agente Dodd no resulte sencilla en absoluto, ya que nada en ese caso es lo que parece a simple vista, ni siquiera la muerte...
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