¿Qué tal se han portado los reyes? Lo cierto es que por aquí todo fue genial y me trajeron un lector de libro electrónicos, que ya os enseñaré en alguna entrada. Tras el fin de semana, volvemos al blog con la reseña de una novela que he leído durante estas vacaciones, esperando que os guste. La verdad es que me he alegrado mucho de haberla leído, porque no esperaba para nada lo que me he encontrado. Esperaba algo más típico, y lo cierto es que me ha gustado bastante.
Título: Muerte sin resurrección Autor: Roberto Martínez Guzmán Editorial: Autopublicado Precio: según Amazon 10,41€ la edición impresa y 4,74 la edición kindle Páginas: 260 Sinopsis: Domingo de Ramos. En el corazón de Vigo, a la una del mediodía, numerosas personas se dan cita en el interior de la Iglesia de Santa María para celebrar el inicio de la Semana Santa. El aroma a laurel, olivo e incienso lo inunda todo, el calor es insoportable y desde el altar, el párroco se afana en explicar el significado de la pasión muerte de Cristo dificultado por la enorme multitud que en esos momentos se concentra dentro del templo. En un lateral, en la estricta intimidad de un confesionario, una enigmática mujer de rasgos casi perfectos explica con serenidad a un joven sacerdote la motivación que ha guiado su vida durante los últimos seis años, pero también un más que inquietante futuro próximo.
No sé si os sonará de algo el nombre del autor del libro, Roberto Martínez Guzmán, pero lo cierto es que ya ha aparecido por el blog alguna que otra vez a causa de otro de sus libros, Cartas desde el maltrato, en el que se recoge el testimonio de su actual pareja, que fue una de las muchas víctimas de la violencia de género que aún hoy en día hay en este país. Ahora, el autor se atreve con otro género, en este caso la novela negra, con una historia que atrapa sin más remedio.
Cuando comenzamos a leer esta novela, ya sabemos quién es la asesina. No tardamos ni un capítulo en conocer a Emma, la protagonista de este libro, que se va a dedicar a asesinar a siete personas durante una semana. El verdadero misterio de este libro no está en el quién, como suele suceder en la mayoría de las novelas de crímenes y misterio. No nos interesa saber quién está cometiendo esos asesinatos, ni quiénes son las desgraciadas víctimas, sino el porqué de la situación. ¿Qué ha llevado a nuestros personajes a actuar como lo han hecho? ¿por qué parece que las víctimas se están escondiendo? ¿por qué está matando Emma? Todas estas cuestiones son las que van a aparecer en la cabeza del lector en el momento en que este tome el libro entre sus manos. Realmente es difícil no ponerte en el lugar de Emma y preguntarte qué hubieses hecho tú en la misma situación, cómo habrías pasado por lo que ella tuvo que pasar.
El autor, Roberto Martínez Guzmán.
Por otro lado, el hecho de que lo más importante de esta novela radique en los personajes, sus motivos y sus acciones debería repercutir en un mayor desarrollo de estos. Lo que quiero decir con esto es que si la línea argumental de la novela se va tejiendo en torno a los personajes y su pasado, y no en torno a la figura de un misterioso asesino, como suele ser el caso, esto debería ir aparejo con una gran profundidad en la caracterización de los personajes, y en mi opinión, este no es el caso. Creo que al haberle dado voz a todas las víctimas, además de a la inspectora Eva y a la propia asesina, el autor ha creado una novela muy coral, que en menos de 300 páginas no es capaz de perfilar bien a ninguno de los actores. No digo que la novela tenga que convertirse en un retrato psicológico de ninguno de los personajes, pero habría dado más juego conocer algo más a Emma, y sus sentimientos, que el autor nos contara qué ha sido, paso por paso, lo que ha llevado a Emma a hacer lo que hizo. O que nos mostrase un lado más humano de las víctimas, que se recrease en los recuerdos de estas o que nos explicase la forma en la que cada una de las víctimas se tomó lo que hicieron. Las partes que más he disfrutado han sido las de la inspectora Eva, que me ha parecido el personaje más lógico en todo el elenco, el mejor caracterizado. Ciertamente, las escenas en la que ella aparece son muy visuales, y no es muy complicado imaginarte una serie de televisión o una película policíaca con las escenas que se narran.Lo cierto es que la novela tiene un ritmo frenético y que es complicado parar de leerla una vez se ha empezado. Como he dicho, aunque ya sepamos quién es el asesino, tenemos la necesidad de saber por qué. Cuando vemos una película o serie, o leemos una novela policíaca, parece que queremos saber desesperadamente quién ha sido el asesino, y que si no se nos había pasado por la cabeza que fuese él, la historia es buena. Pero lo cierto es que si los motivos por los que el asesino mata no nos satisfacen, por más giros en la trama que se produzcan hay algo que no encaja. En este sentido he quedado muy satisfecha con la novela, aunque como he dicho me hubiese gustado que el personaje principal, y con ella sus motivos, se desarrollasen más.
Muerte sin resurrección es una historia policíaca que consigue atrapar y entretener al lector y consigue que este se ponga en el lugar de la protagonista y se plantee ciertas cuestiones, pero que debería haberse desarrollado más, en especial en cuanto a los personajes se refiere. Aunque una cosa es segura: en cuanto comiences a leer algunas páginas, no podrás parar hasta llegar al final. Espero que el autor continúe escribiendo, y que sepamos pronto de otras de sus publicaciones.
¿Y vosotr@s? ¿Habéis leído el libro? ¿Lo pensáis hacer? ¿Estáis de acuerdo con mi opinión? ¡Nos leemos!
Poy