Revista Cine
El gran protagonista de esta segunda jornada han sido los niños, esto no significa que sea necesariamente cine infantil. En sesión matinal y especialmente dirigido para los más pequeños hubo una proyección del clásico de animación Mi vecino Totoro. Tengo que confesar que nunca la he visto y esta hubiera sido una buena oportunidad de conocerlo, pero si hay algo que me apetezca menos es estar rodeado de niños así que supongo que tendrá que ser en otra ocasión. Ya en la primera sesión de la tarde descubrimos la película de animación irlandesa Song of the sea, una hermosa historia que mezcla la fantasía de las leyendas y mitos con la vida de una familia que ha perdido a la madre. Un padre y sus dos hijos viven en un faro alejados completamente del mundo, una abuela que ve como su hijo sufre la ausencia de su mujer y hace todo lo que cree para ayudarles. Existe un paralelismo entre la historia que viven los personajes con la fábula llegando a veces a ser difícil separar la magia de lo real. Es una hermosa película tanto por la conmovedora historia, como por la creación de personajes y desarrollo de la historia como por las canciones que van sucediéndose. Aunque no tenga que ser garantía de calidad la película estuvo nominada en los premios Oscar como Mejor película de animación en la última edición aunque finalmente la ganadora fuera Big Hero 6. No porque la película de Disney sea mejor sino porque seguramente la irlandesa haya tenido menos visionados entre los miembros de la academia que prefirieron apostar por una película de casa que una menos comercial y más poética.
Goodnight Mommy nos lleva hasta Austria en una película extraña y algo demencial en la que dos hermanos gemelos tienen que cuidar de su madre que viene de pasar por una operación de cirugía estética. La madre llega a casa completamente tapada en vendas y sumado a un cambio de actitud hace que los niños empiecen a sospechar que quien está detrás no sea su verdadera madre sino alguien que la está suplantando. Con un tono realista sufrimos la angustia de unos niños que pasan de tener el cariño de una madre a sufrir airadas reacciones. Quieren saber qué es lo que está pasando y harán todo lo posible. La cinta resulta algo asfixiante ya que sucede todo en la casa. Tiene un tono realista que resulta que hace más inquietante todo. Hay una escena que resulta hilarante en la que unos voluntarios de la cruz roja entran en la casa a pedir un donativo y se meten dentro por las buenas que resulta poco creíble. Por otro lado la escena introductoria y la escena final resultan extrañamente perturbadoras. Sin desvelar el final la película juega bastante bien sus cartas y nos va engañando para descubrirnos un final que realmente resulta sorprendente, por lo menor para quien aquí escribe. La película está coescrita y codirigida por Veronika Franz, autora también de los libretos de la trilogía Paraíso de Ulrich Seidl. La noche siguió con Spring que se podría definir entre la mezcla perfecta entre una película de Richard Linklater y una de monstruos. Un joven americano metido en varios problemas después de morirse su madre se va a Italia a hacer un viaje que lo aparte de su trágica realidad. Una vez instalado conoce a una joven local con la que inicia una historia de amor. Sabiendo que se trata de una muestra de género uno empieza a echar de menos la parte de ciencia ficción que parece que no llega. Y aparece y el problema con la película es que no deja claro lo que sucede o bien porque no lo explica suficientemente bien o porque yo creo que ni ellos mismos se aclaran con lo que quieren contar. De todos modos creo que es algo secundario que no afecta en exceso a las cualidades de la película ya que realmente lo que nos cuenta Spring es del amor con mayúsculas que es generoso y desapegado. ¿Qué más da que no se nos explique convincentemente la naturaleza de la chica? Debo ser de los pocos que salieron de la sala convencidos porque fueron más los abucheos que los aplausos. Para sus directores Justin Benson supone su debut en el mundo de los largometrajes mientras que para Aaron Moorhead ya tiene algo más de experiencia. Cub es una de las primeras películas anunciadas de la muestra y que se nos presentó como la matanza de los boys scouts. La adolescencia es una edad complicada, ni son niños ni adultos. No se les puede pedir responsabilidades pero no siempre hacen caso a la autoridad, así que en la mayoría de los casos, salvo excepciones resultan un incordio y muy molestos. Esto es lo que les pasa a los protagonistas de esta película, unos jóvenes que se van de excursión con dos monitores y una cocinera. Aunque el peor de todos sea uno de los monitores que se comporta como un auténtico cretino. Recuerda bastante a las películas de asesinos como Viernes 13 en las que hay una amenaza latente y los protagonistas no saben que están siendo vigilados. La historia resulta interesante y los personajes atractivos. Tiene una gran virtud y es que no es nada maniquea, los personajes malos tienen algo de bondad y de razón y los personajes buenos no lo son tanto y tienen también sus sombras. Quizás el mensaje más perturbador es cómo se llega al mal, como este corrompe a los buenos y al final es el que gana.
La noche terminó con Crazy Bitches pero ya era demasiado tarde para verla, aunque por los comentarios del resto de la gente no convenció y lo que prometía una salvajada y muchos asesinatos al final quedó en una película aburrida.