No es la primera vez que os comento que me encantan los libros. Leerlos, tocarlos, olerlos, saborearlos con la vista, adorarlos... apaxearlos, como me dice mi chico.
Mi colección de libros de cocina no es tan extensa ni de lejos como mi colección de lectura, pero si a eso le sumamos los ebooks, se acerca más la cosa. No es lo mismo ni mucho menos, ya no los puedo apaxear si no quiero rallar la pantalla y no se siente la misma emoción que en papel, pero se disfrutan de otra manera y la economía no sale tan mal parada. Es una opción muy buena para tener una amplia colección.
Entre los últimos caprichos en papel que me permití está el de "El rincón de Bea", un libro que recomiendo muchísimo. Además de bonito, todo está muy bien explicado y tiene verdaderas delicias. Sobran las palabras porque apuesto a que tod@s conocéis a Bea.
Son varias las recetas que hice, entre ellas el chiffón de naranja que es un pecado de lo suave que es, no nos duró nada porque se come en un vuelo, de verdad parece que estás comiendo una esponja. Otra que nos encantó muchísimo fue el bundt cake muerte por chocolate. Éste nos duró una semanita entera, pero no porque no nos gustara. Normalmente divido las recetas a la mitad porque somos dos y si no duran una eternidad, pero este bundt, no me acuerdo porqué, lo hice del mismo tamaño. Es un pecado húmedo riquísimo y lo mejor es que no pierde con los días. Os aseguro que el quinto día estaba igual de bueno y jugoso como el primero. Incluso el último día, cuando lo acabamos, se comía con placer. Y por eso y porque nos gustó tantísimo, decidí que debíamos morir de nuevo pero en versión adaptada a muffins.
INGREDIENTES: (8-9 unds.)
- 50 gr. de aceite suave
- 100 gr. de azúcar
- 50 gr. de azúcar moreno
- 2 huevos M
- 140 gr. de harina
- 1/2 cucharadita de levadura
- 1/4 de cucharadita de bicarbonato
- 1 cucharadita de vainilla
- 125 gr. de creme fraiche
- 40 ml. de leche
- 25 gr. de cacao en polvo
- 100 gr. de pepitas de chocolate
PREPARACIÓN:
Mezclar la harina con el cacao, los azúcares, levadura, bicarbonato y pepitas de chocolate. Batir la leche con los huevos, la creme fraiche, aceite y vainilla.Añadir los ingredientes líquidos a los sólidos mezclando sólo hasta que esté integrado. Verter la mezcla en las cápsulas y con el horno precalentado a 200º hornear unos 18-20 minutos.Dejar enfriar sobre una rejilla antes de estar dispuesto a morir.
¡Qué felicidad morir de esta manera!