Revista En Femenino
Para Ser Mujer de la Tierra, no es solo hablar de ella, es caminar con ella. Dedicada a las Mujeres del campo, a estas Madres que tienen la piel curtida por el frio, el viento y el sol. Gracias por enseñarme con su ejemplo la sencillez y belleza de la vida. Con inmenso amor y gratitud a las Mujeres Mazahuas, mujeres de gran humildad.
MUJER CORAZON DE LA TIERRA
Mujer del campo, mujer de belleza... sencilla pero con una grandeza especial, Mujer- Madre que desgrana la semilla, limpia y siembra la tierra. honro tu vida con mi escrito a ti mujer que cantas en los arroyos, que lavas la ropa en los manantiales, que tejes mientras pastoreas los animales en el campo, a ti que sacas el pecho ante la gente para alimentar con tu leche, a ti que trabajas la tierra bajo el sol, bajo la lluvia, entre el cielo y la tierra, a ti madre que de madrugada te levantas a llevar el maíz al molino y haces tus tortillas y llamas a tus hijos alrededor del fuego para calentarlos en una mañana fría. A ti mujer que cargas la leña para atizar el fuego en tu espalda, tu que conoces las plantas de curar, sabes de lo amargo y lo dulce de la vida, sabes de la inocencia y de la rectitud. Mujer que sabes del silencio y que tu voz no necesita ser fuerte, para ser escuchada.
Mujer que como tú no hay dos, tu que re-construyes la iglesia de tus abuelos con tu canto y guardas las memorias de tus ancestros y cargas las piedras para poner el cimiento y construyes el muro que será la casa de tus hijos, tu qué haces el fuego, llevas la comida a tu hombre que desde temprano va a trabajar al campo.
Madre, mujer, guía, leñadora, pastora, comadrona… MUJER parturienta en tiempos de guerra. @Libro Camino a casa - Jerusha
MUJER CORAZON DE LA TIERRA
Mujer del campo, mujer de belleza... sencilla pero con una grandeza especial, Mujer- Madre que desgrana la semilla, limpia y siembra la tierra. honro tu vida con mi escrito a ti mujer que cantas en los arroyos, que lavas la ropa en los manantiales, que tejes mientras pastoreas los animales en el campo, a ti que sacas el pecho ante la gente para alimentar con tu leche, a ti que trabajas la tierra bajo el sol, bajo la lluvia, entre el cielo y la tierra, a ti madre que de madrugada te levantas a llevar el maíz al molino y haces tus tortillas y llamas a tus hijos alrededor del fuego para calentarlos en una mañana fría. A ti mujer que cargas la leña para atizar el fuego en tu espalda, tu que conoces las plantas de curar, sabes de lo amargo y lo dulce de la vida, sabes de la inocencia y de la rectitud. Mujer que sabes del silencio y que tu voz no necesita ser fuerte, para ser escuchada.
Mujer que como tú no hay dos, tu que re-construyes la iglesia de tus abuelos con tu canto y guardas las memorias de tus ancestros y cargas las piedras para poner el cimiento y construyes el muro que será la casa de tus hijos, tu qué haces el fuego, llevas la comida a tu hombre que desde temprano va a trabajar al campo.
Madre, mujer, guía, leñadora, pastora, comadrona… MUJER parturienta en tiempos de guerra. @Libro Camino a casa - Jerusha