Vago por la biblioteca buscando lectura y me topo con un libro de Muriel Spark, de soltera Muriel Sarah Camberg.
En la contraportada cuenta el editor que nació en Edimburgo, que vivió con su marido, con quien tuvo un hijo, en Zimbabue y que ya separada llegó a Londres, donde en 1945 trabajó en el contraespionaje durante la Guerra Mundial. Conoció a otro insigne escritor y espía, Graham Greene, que le ayudó en sus momentos de mayores dificultades.
Inmediatamente me doy cuenta de que tengo que leerla y pongo en el montón su libro El asiento del conductor, con el que me lo paso en grande. Por lo visto, Muriel pretende en sus escritos aterrorizar deleitando y lo consigue poniéndose en contra de la protagonista disfrutando de su infortunio ¡Cuánta maldad!
Sparks enseñó inglés, fue secretaria en una tienda, madre, espía y por fin escritora. Nos dejó más de veintiuna novelas llenas de misterio, ironía y de humor negro que merece la pena leer. Una de ellas, Los primeros pasos de Jean Brodie fue llevada al teatro y al cine. La película se tituló Los mejores tiempos de Miss Brodie y fue dirigida por Ronald Neame y protagonizada por Maggie Smith, que obtuvo un Oscar por este papel.
También cultivó la crítica literaria y la poesía. Se le conoce además por ser la biógrafa de otras mujeres cool, como Emily Bronte y Mary Shelley autora de Frankenstein (esto último es algo inquietante, teniendo en cuenta el tema de esta novela).
Recibió premios por sus libros, entre ellos el T.S. Elliot y el Literatura Británica. Por sus servicios a la corona, la Órden del Imperio Británico. A pesar de ello o quizá por ello, esta mujer es todo un misterio, apenas se conocen datos biográficos y al intentar acceder a su Web Windows me alerta de que mi ordenador ha sido infectado con tres virus.
¿Habré desvelado algún secreto de estado? ¡Dios mío! Para calmar mi ansiedad vuelvo a abrir su libro. Si la semana que viene no aparece por aquí otro artículo mío, por favor, llamad a la policía o mejor al C.N.I.
Muriel Sparks murió en Florencia en abril del año dos mil seis, donde residía con su compañera la pintora y escultora Penelope Jardine. No se sabe más.