Según lo relata Josefa García Segret en su libro "Abajo las dictaduras"
CAPÍTULO I
Saturrarán, febrero de 1938
Constituímos la población penal unas 1700 presas políticas a causa de la guerra civil que se desarrolla en España.
Hállanse los edificios al fondo de unas elevadas lomas, matizadas de distintos verdes que hermosean las pequeñas vistas que desde el interior, por las ventanas, podemos apreciar. Forman estas lomas como un cinturón que sólo permite ver un limitado horizonte. Cortando la loma que se eleva al oeste, pasa una carretera bordeando la costa en todo su contorno. Por los senderos que surcan las lomas, ascendiendo en forma de serpentina, vemos como patrullan los soldados al ir a relevar las guardias.
Los pabellones que sirven de prisión están separados unos de otros y algunos a una distancia de más de 200 metros. Están edificados a distintos lados de un riachuelo, que es nuestra delicia cada vez que bajamos a lavar nuestras ropas; metiéndose muchas con los pies en las corredizas aguas, lo cual ocurre una vez cada semana. Pero nuestra satisfacción sería que nos dejaran llegar a la playa, para poder disfrutar del fuerte oleaje que bate en las negras rocas, besando la arena cada vez que las olas se deshacen en rizada y blanca espuma. Como quiera que no tenemos esa grata satisfacción, nos contentamos con el deseo, y algunas con darse unas chapuzaduras de pies en este riachuelo...
(...) Contrasta este hermoso y risueño panorama con el rígido vivir que en el interior de los edificios se practica; dolor sobre dolor, no amontona nunca más que rencor.
(...) Los edificios que nos sirven de prisión son cinco, aparte las casitas en las que viven el director, el portero y los soldados que nos dan guardia. Estos edificios, que hoy puede decirse están en ruina, se hallan al fondo de las lomas y debieron estar dedicados a balnearios, por la excelente situación que ocupan, aunque sus aguas llamadas potables son de pésimos resultados, pues destrozan nuestro pobre organismo, que constantemente se ve atacado de las fiebres tíficas. Tampoco sería de extrañar que estas casonas, que hoy sirven de prisión siendo mansión de dolor, hayan sido dedicadas, cuando alguna regia persona veraneaba en san Sebastián, a ciertas recepciones de carácter un tanto licenciosas. Lo que sí puede decirse con certeza es que antes de la guerra estaba dedicado a seminario.
El clima es húmedo y frío, debido a que están edificados en la misma playa; pertenece al ayuntamiento de Motrico y está en el límite de Guipúzcoa y Vizcaya. Sus terrenos son fértiles, a juzgar por el verdor que los hermosea. Se cosecha la patata, las legumbres, algo de trigo, poco maiz; pero la mayor abundancia que se nota la produce el Cantábrico con su rica pesca.
Próximo capítulo:
La vida cotidiana en el penal
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Asturias Republicana