El jueves 8 de mayo en el Palacio de Valdecarzana la abogada avilesina Paz Rodríguez Sánchez, Venerable Maestra de la Logia Estrella del Norte, abrió la conferencia “Mujeres en la memoria”, dando paso a dos ponentes que nos iban a sorprender gratamente: la historiadora Rosa Elvira Presmanes que presentaba su libro, “La masonería femenina, dos siglos de lucha por la igualdad” y la Gran Maestra de la Gran Logia Femenina de España, Teresa Alabernia.
Rosa Elvira Presmanes antes de comenzar quiso aprovechar que “tenía un micrófono” para rendir un personal homenaje a su padre, asturiano que pasó años en la cárcel y que fue torturado en la “Iglesiona” de Gijón; nos contó cómo se estremecía cuando pasaba por allí y cuánto le repugnaba ver (no sabía si seguían existiendo) unas placas a la puerta de la iglesia con los nombres de los caídos por Dios y por la patria, lo mismo sintió al ver otras placas parecidas en lo que fue el cuartel de Simancas, donde también su padre se había jugado la vida. Esta breve introducción la hizo llena de emoción que nos transmitió a todos los presentes que comenzamos a aplaudir de un modo espontáneo.
Hizo un breve repaso de mujeres masonas, y de mujeres que se cree que han sido masonas pero sobre las que no hay constancia documental: Mariana Pineda, Concepción Arenal, Emilia Pardo Bazán, Carmen de Burgos, por supuesto Clara Campoamor... habló con gran pasión de Rosario de Acuña a quien calificó como su “favorita” y a la que dedicó bastante de su tiempo comentando cómo era querida por los obreros gijoneses y cómo consiguió que salieran en manifestación al igual que Ángeles López de Ayala, quien convocó una manifestación de mujeres en Barcelona en 1910 a la que acudieron según algunos 10.000 personas.
Muchas de esas mujeres fueron encarceladas, exiliadas y olvidadas pero permanecen sus ideas y sus palabras entre nosotros.
Rosa Elvira Presmanes hizo un breve repaso de su andadura masónica, se inició cuando aún no había ninguna Obediencia Femenina en España y dependían de la Gran Logia Femenina de Francia. Explicó las razones por las que era masona, siempre apoyada en sus reflexiones por Teresa Alabernia, se notaba una gran complicidad entre las dos. Las dos hablaban con entusiasmo sobre la masonería, explicaron los diferentes tipos de masonería y que estaban en masonería para mejorar el mundo.
Hablaron de cómo las mujeres unidas podían cambiar el mundo, explicaron el término “sororidad” y tuvieron un recuerdo emocionado para “El tren de la libertad”, en cuya marcha participaron y dando la cara y siendo la primera vez que las masonas salían a la calle.
Se abrió un turno de preguntas y respuestas muy enriquecedor, terminando el acto con un gran aplauso y muchas felicitaciones.
*Desde Memoria Masónica, nuestro agradecimiento a Rosa Elvira Presmanes por su trabajo y sus palabras. También a otra rosa, la Rosa de los Vientos que señala que camino a seguir siempre es recto. Et si omnes, ego non.