Revista Literatura
Vaya semana que hemos dejado atrás, acumulativa y acumuladora en noticias, idas, venidas, virajes, dimes y diretes, y hasta dimisiones. Sí, ha dimitido alguien en España. La verdad es que me ha costado escoger el tema de este artículo, muy dura la competencia, vaya que sí. Aunque bien es cierto que, si uno se detiene un instante a pensarlo, buena parte de los temas de actualidad de la pasada semana han contado, de un modo u otro, con unas destacadas protagonistas: las mujeres. Una de ellas, una deportista, Gala León, lideró el arranque mediático de la semana de marras, tras las declaraciones de Toni Nadal, tío de Rafa, nada más ser nombrada capitana del equipo masculino español de Copa Davis. Vamos a ver, lo de la incomodidad en el vestuario, la toalla protectora, llamar a la puerta antes de entrar y todas esas chorradas es quedarse en la superficie de la cuestión, es valorar la decisión de la Federación por su condición de mujer, que no deja de ser una nueva evidencia de que el machismo sigue estando ahí, entre nosotros, cómodamente instalado. Sin ser un experto en la materia, desde un plano meramente deportivo, entiendo que hay jugadores y jugadoras con mayor y mejor trayectoria, que merecen el puesto, tanto o más que Gala León. Debo de reconocer que me sorprendió su nombramiento, y no por tratarse de una mujer, porque simple y llanamente no la conocía. ¿Y por qué no Conchita Martínez o Arancha Sánchez Vicario o Juan Carlos Ferrero o Alberto Berasategui? Nombres que recordamos, que aún no han capitaneado el equipo masculino de Davis y que cuentan con el aval de los títulos conseguidos. Que cante ahora Laura Pausini esa coplilla almibarada en el oído de Gallardón, se fue, se fue… Gallardón el progre, el infiltrado, el moderado, recuerdo que lo calificaban en aquellos otros años y yo no podía dejar de escuchar, en mi interior, la anécdota del fallecido Peces-Barba. En una jornada en el Congreso de los Diputados... sigue leyendo en El Día de Córdoba