A raiz de la entrevista que una periodista catalana, Ariadna Oltra, le hizo ayer a Durán Lleida en TV3 en la que el político democristiano estuvo en tono y en forma ––siendo moderado –– desagradable con ella, me lleva a reflexionar que hay muchas mujeres periodistas que están ejerciendo su profesión con objetividad y sin servilismos ante el poder y que deberían ser un ejemplo para muchos.
En la galaxia en la que viven los políticos que, dicho sea de paso, cada vez se aleja más del universo de los ciudadanos, en la que las ruedas de prensa sin preguntas y responder lo que quieran es una norma entre ellos, que algunas periodistas les hagan bajar a la realidad y no se acobarden, te acaba conciliando con las mejores prácticas del periodismo independiente.
Ariadna preguntaba al político Durán, aquello que creía podría interesar a la gente y el político Durán le reprochaba a la periodista Ariadna las preguntas que le hacía.
Mientras alguien que esté en el poder, por la gracia de los votos de los ciudadanos, no entienda que someterse a una entrevista es responder a lo que se le pregunta porque está al servicio de los ciudadanos ,dice muy poco en favor de para qué algunos políticos quieren servirse del cargo.
Durán tenía un mal día, al parecer, porque fue dándose encontronazos en algún acto más. Algún asesor le debió decir que tenía que disculparse ante la periodista y lo hizo. Mira por donde en este caso el asesor está bien pagado...
Hay cierta irascibilidad en los políticos con los periodistas últimamente. Eso es una buena señal, porque algunos de estos políticos ya comentaban que los medios de comunicación tienen una influencia limitada sobre el ciudadano, pues la gente empieza a "pasar de ellos".
Quizás es que los políticos solo se encuentran cómodos solo en terreno amigo., donde ningún medio afín a su ideología osaría criticarlos, muy al contrario, juegan descaradamente a ensalzarlos frente a sus competidores.
Ya no tengo edad para creer en la neutralidad de los medios, de hecho nunca ha existido, pero me sorprende favorablemente cuando alguien como Ariadna, Ana Pastor, Pepa Bueno. y un sinfín de mujeres nos rescatan del tedio de oír o leer lo que quieren decir los políticos e intentan averiguar de ellos las respuestas que quieren los ciudadanos de a pie.
Con ellas aún queda esperanza de que se salve el buen periodismo. Ánimo.