Las mujeres embarazadas que comen grasas trans por medio de alimentos poco saludables, como pueden ser la comida rápida, snacks o golosinas podrían tener bebés de mayor peso en su nacimiento. Aún a pesar de esto, no pueden afirmar con total claridad que impulsen sólo las grasas trans el crecimiento fetal ni lo dañino que puede ser.
Esto se ha descubierto por medio de un estudio publicado en Americal Journal of Clinical Nutrition, realizado en casi 1400 mujeres embarazadas, en lo que se descubrió que cuando más se consume este tipo de grasas trans durante el segundo trimestre del embarazo más grande es el bebé cuando nace. En este estudio, aún teniendo en cuenta otros factores seguía quedando la relación entre tamaño del bebé y consumo de grasas trans, concretamente un 1% del aumento en el consumo de grasas trans aumentaba el registro Z de crecimiento fetal que tiene que ver con el peso del bebé cuando nace y la semana de gestación.
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