Delicias de agosto. Una hermosa evocación (aún más dulce en el coche) publicada en Jot Down por Josep Lapidario el otro día, sobre las mujeres que leen y sobre las mujeres que duermen. De fondo, algunas obsesiones. El erótico atractivo de la inteligencia, por ejemplo. O la belleza de una mujer profundamente dormida. Y como ambos temas me interesan, y además me encanta la buena literatura, ya me dirán ustedes cómo iba a resistirme a un inicio de artículo que dice así:
"“La vida no vale nada si no tienes una obsesión”, dijo John Waters. Yo tengo varias, pero dedicaré este artículo a dos de ellas: las mujeres que leen y las mujeres que duermen.
Las mujeres que leen son sexis. Empiezo con esta frase lapidaria para poner enseguida las cartas sobre la mesa: la inteligencia es erótica. Es ejemplar a este respecto la repetición del mantra brain is the new sexy por parte de Irene Adler en la reciente serie Sherlock: para amar y desear a alguien hay que admirarlo, y uno de los caminos más directos hacia la admiración es la chispa de la inteligencia."Una buena lectura para un sábado, como es hoy, de agosto. Enjoy it, desocupado lector...