La afectación particular que el conflicto armado ocasiona en distintas poblaciones, demanda que sean los mismos sujetos afectados quienes construyan propuestas para superar los flagelos de la guerra. Así lo ha entendido el campesinado colombiano, que participa activamente en distintos espacios de análisis, discusión y generación de propuestas para la recuperación de sus tierras y sus territorios.
Uno de dichos espacios tuvo lugar en Barranquilla, el pasado mes de octubre. Se trató del “V Encuentro de mujeres y hombres por la reivindicación de una reforma agraria integral municipal, departamental, nacional y con perspectiva de género”, organizado por el Colectivo Mujeres al Derecho (COLEMAD).La otra gran instancia convocada y convocante del Encuentro fue el Espacio Multicultural de Mujeres, que está conformado desde 2004 por la Asociación de Campesinas y aparceros de Cantillera y Altamira (ASOCAM), la Asociación de Mujeres Productoras del Campo (ASOMUPROCA), la Asociación de Mujeres de Puerto Giraldo, la Empresa Comunitaria de Reforma Agraria Mujeres al Progreso, el Sindicato de Mujeres Campesinas de Repelón, el Grupo de Mujeres de Aguada de Pablo (GRUMUAP) y el Colectivo Mujeres al Derecho (COLEMAD). Como afirma Diana Barrios, de COLEMAD, “actualmente el papel de las mujeres en las organizaciones campesinas es bastante protagónico, de mucho liderazgo, y los hombres así lo han reconocido (…) Esa ha sido una ganancia del proceso”.
Este Encuentro congregó además a la Plataforma de Organizaciones Agrarias de la Región Caribe, logrando reunir a colectivos campesinos de toda la región. La iniciativa estaba planteada como continuidad de sus cuatro versiones anteriores, pero concentrándose en la particular coyuntura política del país en cuanto al tema de tierras, los debates sobre la ley de desarrollo rural, la ley de víctimas y restitución, así como los lineamientos del Plan de Desarrollo 2010 – 2014 del gobierno nacional.
Las discusiones durante el Encuentro se articularon en torno a las siguientes preguntas: ¿La tierra de quién y para quién? ¿Qué desarrollo y/o idea de progreso se impone? ¿Cuáles son los efectos del conflicto armado sobre la población campesina? ¿Quién define el marco legal y político de lo territorial, económico, rural y lo agrario?
Las reflexiones del grupo coincidieron en que la situación de la tierra demanda una mirada diferencial por género, pues existen “dificultades o impactos diferenciados que tienen que ver con el proceso de restitución, porque si bien las mujeres son las sobrevivientes de todos estos hechos de violencia que ha vivido el país, las propiedades de las tierras no estaban precisamente en sus manos. Los documentos que acreditan la propiedad de las tierras estaban en manos de sus compañeros y esto puede dificultar el acceso de ellas a los procesos de restitución, pues tienen que, obviamente, entrar a demostrar otros aspectos más jurídicos dentro del proceso, generando un impacto negativo en ellas”.
La mayor preocupación expresada durante este Encuentro coincide con la consideración anterior, pues tiene que ver con el acceso y el mantenimiento de la tierra “estamos hablando de que en este momento, si bien algunas de las organizaciones y de las personas que participaron del Encuentro cuentan con un pedazo de tierra, con una parcela que el gobierno en algún momento les entregó, no tienen cómo ponerlas a producir, y cada una de las estrategias que está generando este gobierno, que según ellos pretende contribuir al fortalecimiento del campo en el país, realmente a lo que está llevando es a un desmejoramiento de las pocas condiciones de vida con las que cuentan”, insistió Diana Barrios. Por lo mismo, el campesinado de la costa Caribe congregado en este espacio concluyó que “cada uno de los postulados presentes en la Ley de Restitución de Tierras es muy nefasto para las comunidades campesinas, por cuanto no promueve unos verdaderos procesos de restitución. Lo que están buscando es una formalización de estas grandes propiedades para poder darlas a multinacionales y a grandes terratenientes de la zona”.
A partir de este Encuentro, la comunidad campesina de la región Caribe se ha manifestado a través de un documento que reúne sus principales conclusiones, entre ellas, la necesidad de que se condonen las deudas agrarias para el campesinado, y de que se declare la emergencia para este sector.
Así, este conjunto de organizaciones ratifica su disposición para participar activamente en la construcción de planes conducentes a mejorar sus condiciones de vida. ¿Mostrará el Estado la misma disposición para atender sus demandas?
Otras consideraciones:
“Estamos hablando de que hay muchos campesinos que están ya postulándose para el proceso de restitución y les están diciendo que si bien va a haber una formalización de esa restitución no va a haber una aprensión material del predio como tal, porque estos predios están siendo ocupados por lo que el gobierno llama terceros de buena fe, cogedores de buena fe, y no se va a permitir que el campesino vuelva a tener materialmente las tierras”.Diana Barrios. COLEMA.“Por otro lado, está la atención integral a víctimas, que es un proyecto de Decreto reglamentario de la Ley 1448, donde se estima cuál es el procedimiento para acceder a la restitución y a los programas complementarios que se plantean allí. Todo esto es contradictorio a las condiciones campesinas: la documentación que se exige para el proceso y el tema del “derecho y superficie” que se está promoviendo es completamente nefasto para los campesinos, ellos lo tienen claro y por eso su postura de no hacerle el juego al gobierno”. Diana Barrios. COLEMAD
Por: Nancy Prada PradaRedacción "Paz con Mujeres"