Aún no ha comenzado el Mundial de Brasil y ya comenzamos a tener dudas de nuestra selección, proporcionadas por nuestro propio seleccionador, quien afirma que la mirada de nuestros campeones ya no es la misma que en años anteriores y eso es sinónimo de que las cosas no comienzan bien. Desconocemos si los habrá llevado al oculista o si en este periodo de tiempo habrá añadido a sus condiciones de entrenador, la capacidad de ser mentalista, pero lo cierto es que las cosas comienzan con mal pie si el convencimiento de que podemos ganar el Mundial ya no es el mismo. En cualquier caso es responsabilidad del propio entrenador sustituir al jugador que ya no tiene esa mirada ganadora, si es que el propio seleccionador así lo cree verdaderamente o considera que su aptitud en los entrenamientos no es la adecuada.
Este comentario público parece ser una excusa en caso de caer derrotados en el Mundial de Brasil, es decir, ponernos la venda antes de tener la herida, ya que en su mano está sustituir al jugador que él considera que no tiene esa ambición ganadora y, sin embargo, decide llevar prácticamente a los mismos jugadores una y otra vez, estén lesionados o no, estén en la forma en la que estén y tengan los años que tengan. Está claro que con mirada ganadora o sin ella, Del Bosque siempre cuenta con los mismos jugadores como en el caso de Casillas, que sin ser titular en su equipo jugó la Copa Federaciones, e incluso Arbeloa, que fue campeón Mundial cuando entonces ni siquiera era titular en el equipo merengue. En el caso de éste si será sustituido por un merecidísimo Juanfran cuyo año ha sido excelente.
Caso extraño en la lista para el Mundial de Brasil, teniendo en cuenta la metodología Del Bosque, ha sido Carvajal, que al fichar por uno de los dos clubes grandes de nuestra liga parece ahora tener permiso para poder ir a la selección, cosa que el año anterior, pese a ser nombrado el cuarto mejor lateral derecho de la Bundesliga, no tuvo opción ni siquiera de ser convocado. Sí lo era Martín Montoya, del Barcelona. ¿Y qué decir de Albiol?, jugador que incluso en los cromos salía sentado en el banquillo y con el chándal puesto, sin embargo, fijo en todas sus convocatorias y ahora que juega un poco más en su actual equipo, el Nápoles, debería de ser un referente… en el banquillo, claro.
Ni que decir tiene la lamentable forma por la que pasa Xavi Hernández, ya en los últimos tiempos de su carrera, que incluso ha probado el banquillo en momentos en que su equipo se jugaba nada menos que la liga. Y, cómo no, quien no se perderá el Mundial de Brasil es el insustituible Fernando Torres, que año tras año trata de superarse así mismo haciendo una temporada peor que la anterior. Da igual, el puesto está asegurado. Eso sí, contaremos con una incorporación nueva, la del nacionalizado exprés, Diego Costa, que todo parece apuntar que asistirá incluso cojo o con muletas.
Esperemos que Vicente se equivoque y que la mirada de nuestros jugadores en este Mundial de Brasil sea la correcta para que, ganemos o no, estemos a la altura de un todo un Campeón del Mundo que defiende título; pero si no fuese así, la excusa de la mirada no deberá recaer en los jugadores sino en el que los lleva dado que hay multitud de jugadores que tienen mirada y talento a raudales y que juegan en equipos menos llamativos, como el gran Bruno, el tardío pero fenomenal Cani o el incombustible Gabi, entre muchos.