El becario somos tú y yo. Somos todos. Y en el Periodismo más. En todas las profesiones, dicen, se empieza desde abajo. Este querido oficio nuestro, lo sentimos, no iba a ser menos.
Lo primero que tienes que tener claro es que meter la cabeza en el mundo laboral de la carrera que has estudiado, sea Periodismo o sea otra, es complicado, sobre todo estando las cosas como están, pero no imposible. A lo largo de esta nueva sección (con la que espero volver a retomar -otra vez- este blog), hablaré de la experiencia de ser becario, de los mitos y las verdades, de las cosas buenas (que las tienen) y las malas, sombras y luces, sueños y decepciones.
Ser becario puede ser un deporte de riesgo en algunos casos, pero es también una oportunidad. Puede ser tortuoso, monótono, aburrido o desmotivador; o más sencillo de lo que te esperabas, reconfortante, útil e incluso… el comienzo de algo mejor. Lo primero que tienes que hacer si quieres ser becario es buscarte la vida, porque ninguna empresa, pequeña o grande, va a ir a tu casa a ofrecerte un trabajo, una vez tengas claro que el que se tiene que poner en marcha eres tú, puedes empezar la aventura.
Antes de nada, algunos consejos si estás empezando:
- Las prácticas no remuneradas existen porque hay estudiantes o recién licenciados que las aceptan. Yo estoy totalmente en contra de ellas, y espero que poco a poco, esta opinión se vaya generalizando. Las empresas tienen que pagar a sus becarios, aunque sea la dignidad, nada de una “ayuda al transporte”, nada de un “incentivo”. Ya que vas a desempeñar funciones de trabajador cobrando como un “alumno en prácticas”, no trabajes gratis.
- Tienes que estar dispuesto a hacer cosas que no has hecho antes: si has ido a una entrevista, has tenido la oportunidad de decir las cosas que puedes y no puedes hacer, de explotar tus puntos fuertes y de hablar sobre tu valor añadido. Pero siempre habrá cosas que tengas que aprender, cosas que no has hecho nunca y que te enseñarán por encima. Lo importante es una actitud positiva ante los nuevos retos.
- Que te vean activo y con ganas: tienes que espabilar, proponer, sugerir e intentar que vean que no te duermes a la primera de cambio. Las cinco horas, de mañana o tarde, que suelen durar la jornada de un becario pueden ser más o menos entretenidas según tu sector, pero lo importante es exprimirlas.