Revista Cultura y Ocio
Del revés se ven las cosas mejor, sobre todo si te sientes extraño en la normalidad, complacido en la rareza. Los tiempos que corren son para gente drogada con el exceso de sobriedad y corrección. Mutilarse a uno mismo es el deporte de moda incluso antes de haberse dejado crecer. Hoy la imbecilidad es bella, el odio sueño y lo ramplón deseable. Es fácil si vives sobrado, no tanto si vives de las sobras. Las explosiones no dejan oír los silencios, la brusquedad oculta los detalles y el yo anula al otro. Quien más abarca, más aprieta. Merecer es un verbo hecho para incapacitados. Se usan cucharas para hacer zanjas, cerillas para incinerar muertos y alfombras para tapar estercoleros. Vale más gritar una mentira que callar una verdad. El mundo se ha hecho raro de cojones. En algún lugar se intenta evitar la alucinación, pero no en este. La locura campa a sus anchas y el más desorientado es el rey. El triunfo de la estupidez es la norma y lo trasnochado lo más moderno. Los peces nadan en las dunas y los necios dirigen masas. Es un mundo raro, inmundo acaso, que pende de un hilo a punto de irse a la mierda, a no ser que los raros lo consigan salvar.