Thomas Alva Edison, capitalizando el éxito que recién había obtenido a finales del siglo XIX con la invención del fonógrafo, crea en 1887 su compañía de manufactura de juguetes Edison Phonograph a través de la cual materializa su idea de muñecas parlantes.
A pesar de los años de experimentación y desarrollo detrás del proyecto, las muñecas resultaron ser un fracaso total al punto de comercializarse sólo por unas cuantas semanas durante 1890.
Tenían una altura de 22 pulgadas (55.88 centímetros) y pesaban 4 libras (1.8 kilos), con un cuerpo de metal y extremidades de madera.
El fonógrafo en su interior era pequeño y los cilindros no eran intercambiables. Aunado a lo anterior, el mecanismo era extremadamente frágil dañándose incluso a causa de los traslados, el resultado fue que las voces sonaban aterradoras.
Hasta abril de este año se han recuperado 8 grabaciones originales, enseguida una muestra de lo que se podía escuchar:
Tienes acceso a las grabaciones completas siguiendo el enlace.
Una idea fallida pero materializada, el problema no es fallar sino dejar de intentarlo.
Con información de | NY Times, Mashable y National Park Service
Imagen principal del registro de la patente provista por | Edison Tinfoil