Múnich en invierno

La nieve era lo que más me gustaba pero también lo que más me aterraba, sobre todo si se considera que lo que deseaba era caminar por las calles de Munich algunas de las cuales estaban cubiertas por una gruesa capa blanca. Ya había vagabundeado mucho por las callejuelas y avenidas de Londres con nieve y me había resbalado mil veces y otras tantas había andado con tal precavida parsimonia que seguro habría despertado comentarios irónicos de otros viandantes. Pero en Munich la nevada parecía cosa más seria.
Los días de estancia en la capital bávara acababan y yo quería aprovechar al máximo los que me quedaban caminando que es la mejor y más económica manera de conocer una ciudad. Felizmente la hinchazón en el pie derecho, producto de un leve accidente saliendo del Hofbräuhaus (ver entrada anterior), había empezado a bajar aunque todavía dolía un poco. Así que me arriesgué a salir…

Rosenheimerstrasse . Munich - Alemania

Afortunadamente el lugar donde vive mi hermano está rodeado de lugares interesantes y que están casi siempre fuera de la manida ruta turística que siguen los que visitan la capital muniquesa así que me abrigué cual esquimal, me tomé un buen café cargado y un par de vasos de Glühwein (vino caliente) y a la calle. 
Matar a Hitler en una cervecería

ROSENHEIMERSTRASSE es una arteria larga que a esas horas de la tarde y en día festivo se veía vacía. Afortunadamente la nieve se había derretido bastante y uno podía caminar sobre aceras casi limpias; me han dicho que las cuadrillas de trabajo que se encargan de retirar la nevada son de las más eficaces que uno pudiera imaginar. Calle abajo me fui sin parar hasta que poco a poco iba emergiendo una mole hecha de ladrillo, cristal y acero que más que un centro cultural, que es lo que es en realidad, parecía una fortaleza futurista. Me refiero al GASTEIG que debe ser uno de los más grandes, sino el más, inmenso edificio con funciones culturales en toda Europa. Hay allí 4 instituciones principales: el VOLKSHOCHSCHULE que es un centro público de enseñanza de idiomas en donde han estudiado gente que conozco y que me han dicho que tiene buenos precios por si alguien se anima a aprender alemán allí; también se pueden ver la biblioteca, un conservatorio de música, la PHILHARMONIA y muchos otros espacios como auditorios, teatros y estancias que en conjunto forman el corazón cultural de la ciudad.

Gasteig. Munich - Alemania. Foto de la página tropicalisland.de

Es bueno saber que este edificio fue construido entre 1978 y 1985 sobre el lugar donde estuvo la vieja BÜRGERBRÄUKELLER, cervecería donde Hitler sobrevivió al atentado de 1939. Historia que es bueno saber porque cuando se habla del régimen nazi se cree que toda Alemania estuvo enceguecida por el carismático jefe nacionalista pero se pasa por alto la gran cantidad de insurgentes y rebeldes que intentaron acabar con la ignominia nazi. Uno de ellos fue Georg Elser, relojero alemán que construyó una bomba que alcanzó a poner en una de las paredes de la cervecería ya que allí Hitler iba a dar un discurso que tendría que haber acabado a las 10 de la noche pero el hombre misteriosamente decidió acabarlo a las 21 y 07 minutos aproximadamente. Casi quince minutos después de que partiera estalló la bomba, matando a quien no se tenía planeado matar y dejando el edificio en ruinas. El relojero Elser fue capturado y ejecutado en el campo de concentración de DACHAU cinco años después.

La cervecería Burgerbraukeller después del atentado. Foto de wikipedia.

Desde el GASTEIG ya se ve el frío y ancho Isar pero antes de acercarme a sus orillas recalo en esa construcción peculiar desde donde emerge una torre que supera en tamaño a muchos de los edificios vecinos: la MÜLLERSCHES VOLKSBAD. Es el lugar ideal para quien tenga afición por la natación y el diseño de interiores, una mezcla que no debe ser muy rara, dicho sea de paso.

MÜLLERSCHES VOLKSBAD. Munich - Alemania.

Este es un complejo de baños públicos construidos en 1901 al amparo de la moderna concepción sobre la higiene que se tenía a fines del XIX. Yo pude entrar hasta el elegante vestíbulo y en sus interiores saltaban a la vista un carácter mestizo: el neobarroco se daba la mano con el art noveau y hasta con el estilo islámico. Por lo que sé dentro hay dos piscinas, una femenina y otra masculina, bellamente cubiertas por una bóveda y una cúpula respectivamente; salas de relajación, duchas, baños y hasta una peluquería donde puedes llevar a adecentar a “Boby”, “Titi”, “George Bush” o como sea que se llame tu perro.

MÜLLERSCHES VOLKSBAD. Munich - Alemania

MÜLLERSCHES VOLKSBAD. Munich - Alemania

Decido ahora sí pasar sobre el Isar cruzando parte del ancho y largo puente llamado LUDWIGSBRÜCKE al cual la historia de Munich está muy ligada: en 1158 Enrique el León destruyó un viejo puente que había pues quería que el lugar donde se habían establecido los monjes, es decir la actual Munich, formara parte de la SALZSTRASSE o ruta de la sal; por ello construyó uno nuevo y el poblado se transformó en un enclave comercial que consiguió preeminencia y hasta moneda propia y terminó por convertirse en esta gran ciudad. El puente por el que cruzo ahora no es el mismo del que hablo obviamente pero está ubicado en el mismo lugar y data de 1935 y está decorado con figuras de la Industria, la Navegación fluvial y el Arte.

LUDWIGSBRÜCKE. Munich - Alemania

Vista del Isar desde el LUDWIGSBRÜCKE. Munich - Alemania

Paseos a la vera del Isar, cerca del LUDWIGSBRÜCKE. Munich - Alemania

Curiosidad que encontré caminando en el Ludwigsbrücke. Munich - Alemania

Las islas de los museos
Desde aquí desciendo a la isla que se ve abajo pues allí está el museo de ciencia y tecnología más grande del mundo y el más popular de toda Alemania: el DEUTSCHES MUSEUM el cual visitan cada año poco más de 1,3 millones de personas. Merodeé un poco por sus alrededores más por curiosidad que por otra cosa pues sabía que iba a estar cerrado por ser festivo (era el primer día del año) pero aún de haber estado abierto no sé si me hubiese animado a entrar, me turba la idea de saber que necesitaría días para visitar completamente una colección científica de 17 mil piezas dispuestas en sus 6 plantas. Me gastaría esos días viendo un museo de arte, la ciencia y yo como que no… Ya se sabe que los alemanes para producir ciencia son no solo geniales sino también excesivos.

DEUTSCHES MUSEUM. Munich - Alemania

DEUTSCHES MUSEUM. Munich - Alemania

Mi hermana y cuñado pudieron entrar unos días antes y entre las cosas que más les llamó la atención estaban muchas muestras interactivas, unas maquetas de cuevas y otras que representaban unas minas de carbón, una sala de energía eléctrica donde hasta se producen rayos. Pongo algunas fotos que ellos tomaron.

DEUTSCHES MUSEUM. Munich - Alemania

DEUTSCHES MUSEUM. Munich - Alemania

DEUTSCHES MUSEUM. Munich - Alemania

DEUTSCHES MUSEUM. Munich - Alemania

La calle MUSEUMSINSEL cruza toda la isla y al pasar bajo al puente llega hasta la otra isla más pequeña donde se ubica el ALPINES MUSEUM, en esa corta arteria se podrá ver la estatua de bronce del padre RIN que formaba parte de otra fuente situada junto a un teatro en la hoy ciudad francesa de Estrasburgo. Allí vi al dios teutón, solo y vestido de nieve; como única compañía una fuente vacía y unos amorcillos que lánguidamente se poyaban sobre las peanas.

El Padre Rin. Munich - Alemania

Salgo de la isla y cruzo al otro lado del Isar, hacia la avenida STEINDORFSTRAS, pues a lo lejos he visto surgir, sobre las copas desfoliadas de los árboles que casi parecen doblarse para tocar las aguas del río, las altísimas puntas de la torre y la recia cúpula de una iglesia que más parece una basílica por su tamaño; es la  ST. LUKAS KIRCHE o IGLESIA DE SAN LUCAS. Hacía allí voy pues el frío arrecia y las iglesias de Munich, e imagino que de toda Alemania, son un buen refugio hasta para el más ateo: tienen siempre la calefacción encendida y son silenciosas y oscuras lo cual las hace un buen sitio para pensar, tranquilizarse y espantar el frío del cuerpo; de ser un mendigo en Munich sé que las iglesias serían mis refugios. El hecho de estar tan alejada del centro turístico conserva aún más la atmosfera de tranquilad de este templo, de hecho yo y una elegante anciana éramos los únicos allí. San Lucas tiene una rara forma poligonal y en su nave principal cuatro altos pilares, un órgano y asientos acojinados, lo que agradecían las posaderas. Como en muchas iglesias que visité cuando vivía en Londres aquí también se ponen libremente algunas biblias a disposición del que quiera, consideran que nadie se los llevará y que los va a dejar en el lugar en que lo encontró, claro. Otra cosa para resaltar son las vidrieras del altar de esta iglesia en las que pude ver algunas imágenes de la historia bíblica, me animaría a decir que me parecieron incluso más bonitas que las de FRAUENKIRCHE o IGLESIA DE LAS MUJERES, considerada catedral de la ciudad.

Vista de la Iglesia de San Lucas y el río Isar. Munich - Alemania

Desde la puerta de San Lucas se tiene una vista muy bonita: el puente de Mariannenbrücke, las pequeñas islas de los museos sobre el Isar, el río mismo que quedamente murmuraba una espumosa elegía de invierno, los altos árboles cuyas ramas se retorcían en su maravillosa desnudez; un penetrante aire frío parecía entrar en ti como una cuchillada, los gritos de los niños, que a esa hora paseaban con sus padres, eran, junto al río, el único elemento que llenaba la larga dimensión silenciosa de un lugar que antes me habría llenado de melancolía pero que en ese momento me alimentaba de un raro deseo de vida. Al verla desde allí la ciudad, o esa parte de la ciudad, se me antojó un conjunto de hermosas casas de juguete levantadas sobre un infinito retazo de blanca seda; un dibujo hecho por un pintor romántico que amontonó techos a dos aguas, cornisas, chimeneas y cúpulas ocultas bajo una costra de nieve, desbocándose todo hacia el río.

Vista del río desde la Iglesia de San Lucas. Munich - Alemania

Eran casi las 4 de la tarde y parecía que ya la noche iba a llegar y que lo único que aportaba luminosidad al mundo era la opalescente e infinita capa de nieve, elemento que se había adueñado de todo: no había centímetro del mundo que no estuviera cubierta por ella. Decidí volver a casa de mi hermano, el pie hinchado me pedía descanso; aún había cosas que faltaban ver así que pensé que al día siguiente continuaría mis andanzas por este lado de la ciudad. Hasta entonces.Pablo