Ya os comenté que había empezado a leer la trilogía de Murakami: 1Q84 y os hablé del primer libro (que contiene los libros 1 y 2) y que aunque podía haberse quedado ahí y tener un final muy Murakamiano, parece ser que esta vez necesitaba explicar mas cosas y sacó un tercer libro para así formar una trilogía.
Para los que leáis o hayáis leído alguna vez a Murakami os habréis dado cuenta que no cierra las historias tal y como hacen muchos otros escritores sino que deja en el aire bastantes cosas a las que el lector tiene que buscarles su propia explicación. Aquí acabando en el segundo libro hubiera sido así, pero este tercer libro aclara mas cosas de lo habitual (de echo, me sorprende la cantidad de cosas que se pueden aclarar de los dos primeros libros) y además aparece la visión de un personaje nuevo a los dos anteriores, un personaje extraño que ya apareció en el segundo libro: Ushikawa.
Es un libro que sirve para entender muchas cosas sobre los dos anteriores, no es tan dinámico y tan loco, pero es un complemento perfecto (muchos de los fans de Murakami dicen que este es mejor) además de seguir su fantástica narración de una história que no sabes si es realidad o sueño a la luz de dos lunas...
Aquí os dejo la sinopsis y si ya habéis leído los dos anteriores seria una tontería no acabar con la trilogía:
A las voces de Aomame -la enigmática instructora de gimnasia y asesina- y de Tengo -el profesor de matemáticas y escritor-, se suma, en este tercer volumen de la novela 1Q84, la de un nuevo personaje, un hombre llamado Ushikawa que trabaja como detective. Su última misión se la había encargado Vanguardia, el misterioso culto religioso: consistió en comprobar si Aomame era digna de confianza para trabajar para el líder. Ushikawa dio el visto bueno a la joven, pero ésta los traicionó a todos, cometió un nuevo asesinato y luego desapareció. Si el detective no logra encontrarla, la venganza del culto se abatirá sobre él. Entre tanto, Aomame y Tengo, cada uno a su modo, siguen deseándose en la ausencia, buscándose -en el más puro estilo de Murakami- casi sin moverse de su sitio, aislados, quizá a punto de experimentar un giro radical en sus vidas y esperando un reencuentro que los redima... en el mundo de 1984, o en el de 1Q84, ese fantasmagórico universo con dos lunas.
¡¡Buen fin de semana!!