Grupo de murciélagos de cueva y un murciélago de herradura
En un tunel abandonado una colonia de miles de murciélagos se encuentra pasando el invierno. Hasta que no nos adentramos unos 50 metros en el tunel no encontramos a los primeros, son algunos Rinolofos grandes (Rhinolophus ferrumequinum) que cuelgan solitarios del techo. Cuando avanzamos un poco más vemos los primeros grupos de Murciélagos de cueva (Minopterus schreibersii). Primero vemos un grupo de 6 o 7 individuos pero al poco empezamos a encontrar grupos más grandes, algunos de varias decenas de individuos.
Murciélagos de cueva
El murciélago de cueva es una especie de pequeño tamaño, que tiene un peso entre los 9 y los 16 gramos. Tiene unas orejas pequeñas y con forma triangular, con la punta redondeada y doblada hacia adelante. Comparado con otras especies de murciélagos, su rostro es muy achatado, con una frente protuberante. Las alas son muy largas, estrechas y puntiagudas y acaban en unos dedos muy largos.
Esta especie es una gran voladora, y puede alcanzar velocidades de hasta 55 km/h. Se suele encontrar en espacios abiertos, como valles fluviales, marismas y pastizales, donde caza insectos, sobre todo polillas y otros insectos de cutícula blanda.
Los murciélagos de cueva, al igual que el resto de especies de murciélagos, están protegidos por la ley y están catalogados como especies de interés comunitario en el anexo II del RG 1977/1995 de espacios Naturales.También se encuentran incluidos en los anexos II y IV de la Directiva Hábitats 43/94 CEE. Uno de los mayores problemas a los que se enfrentan todas las especies de murciélagos es a la desaparición y deterioro de las cuevas y refugios donde pasan el invierno, y que en la mayoría de las ocasiones no tienen ningún tipo de protección.