La persona con mayor poder político del país a partir de ayer dejó de existir. Él junto a su esposa manejaron la Nación desde 2003 y tienen a su cargo este mandato hasta finales del próximo año. Él junto a sus militantes forjaron eso que ahora es tan común y que los medios llamaron kirchnerismo. Sus militantes ya lo endiosaron. El líder sindical lo puso en el podio con los creadores del movimiento.
¿Es éticamente correcto hablar de la bondad o maldad de una persona que uno no conoce? Al considerar la respuesta como negativa, en éstas líneas no se discutirá si fue buena o mala persona, si fue un alma caritativa o si todo lo contrario fue un cagador hijo de puta. Lo que sigue a continuación tratará de ser una especie de análisis, tratando de entender qué fue y que será, políticamente hablando.¿Qué fue? Siempre definido como un animal político, comenzó su carrera en la militancia para convertirse en intendente, luego en gobernador y finalmente en el presidente que todos conocimos en 2003. ¿Es posible estar de acuerdo en la totalidad de las políticas de un gobierno? Difícil de responder, siempre es necesario ser crítico porque la obsecuencia suele mucho peor. Viendo la cobertura mediática, sobre todo la del canal oficial, uno se da cuenta que la gente lo quiso, lo quiere y lo querrá. Algunos porque encerró a los milicos genocidas, otros porque legalizó la unión civil entre personas del mismo sexo, otro sector porque a partir de leyes de su gobierno fueron beneficiados laboralmente (como los actores y artistas), otros porque les entregó la Asignación Universal por Hijo y el Fútbol Para Todos. Pero no son la totalidad de la sociedad. Nuevamente, uno no puede pretender gustar a todos pero tampoco se puede gobernar sectorizadamente. Cuando en el pasado cercano (década de 1990) la gente a gritos contenta decía "lo voto a Men*m porque gracias a él me puedo ir a Miami" se la denostaba, se la criticaba, se la insultaba. Aquel gobierno neoliberal como este pseudoprogresista tenían y tienen políticas sectoriales, parciales y de coyuntura. Tanto ayer como hoy se pudo escuchar "lo quiero porque por él nos reconoció como actores" o "siempre lo voy a recordar porque me dio jubilaciones". Digan lo que digan el pensamiento individualista (o sectorial en el caso de un grupo) es el mismo.Con esto no se critican esas iniciativas, todo lo contrario se aplauden. Lo que se resalta es el vacío que el resto de la sociedad siente. El resto de los argentinos que no recibió un subsidio o el fútbol gratis o las jubilaciones siente que sus impuestos y esfuerzo se van para un sector y no para el total de la población. En mi caso, tuve la suerte de poder realizar mis estudios en una universidad pública (dependiente del Estado Nacional) y en el transcurso de la carrera no se vieron mejoras edilicias, ni estructurales, ni didácticas, ni de infraestructura. Nunca tuve la (maldita) suerte de faltar a clases por que estaban pintando, arreglando los techos o pintando las paredes. Otro ejemplo es la discriminación que vino realizando este gobierno con las provincias que no son gobernadas por su misma línea política en materia presupuestaria. ¿Es aconsejable aceptar el paquete entero? Una vez más la respuesta no es positiva. Porque si bien se lograron conquistas importantes, los hechos de corrupción, de manejo oscuro de la política y la reciente muerte de un militante en mano de agresores que responden de alguna manera al gobierno (gobierno que organizó y pagó el viaje de estos barras bravas al Mundial de Fútbol de Sudáfrica) entran en juego y pesan mucho en la balanza. ¿Qué será? El futuro del kirchnerismo como partido, como movimiento es por lo pronto incierto. La pérdida de su creador, fundamento y apoyo, no será una derrota más. Siempre redoblaron la apuesta tras perder contra la oligarquía campestre o los monopolios mediáticos. Siempre fueron por más. El hombre con el poder de paralizar el país, dijo apoyar a la presidente y los militantes agolpados de a miles dieron un mensaje parecido. Pero el sustento del poder no está. Se abre un vacio importante que las aves rapaces intentarán copar, coptar, comprar o simplemente apoderarse de él. Al gobierno le queda un año y dos meses. Mientras que el kircherismo tendrá que sustentarse en otra figura de peso (y mucho) que sepa agruparlos a todos, como sucedió (y sucede) en el peronismo, la ferviente necesidad de tener un líder. ¿Podrá ser Cristina Fernández?Cuando alguien muere no hay mucho para decir. Menos si uno denostó, insultó, agravió y, en su intimidad, odió a la persona que falleció. La actitud de ciertos políticos de hablar e ir al velatorio es hipócrita al máximo. Momentos como éstos, deben ser de paz, de serenidad y de lágrimas para los familiares y allegados y nada más. Pero el morbo vende y más en Argentina. Entonces salen a hablar todos. Una locura, otra más en esta sociedad. Será cuestión de tiempo ver que se decidirá desde los más altos estratos del gobierno, la mesa chica como la llaman. Será una laguna política difícil de llenar. Se murió Néstor Kirchner, el dueño, el patrón del poder político del país, el terrateniente de las decisiones más importantes: ¿y ahora?