La Isla de Kampa, ubicada justo debajo del Puente Karlos, es uno de los espacios verdes más privilegiados de Praga. De una extensión muy pequeña (pero no por eso menos interesante) en ella se encuentran plazas, un parque, un museo de arte contemporáneo, las esculturas de bebés gigantes de Cerny y, además, el famoso muro grafitado conocido como el Muro de John Lennon.
Dicho muro fué creado a principios de los ochenta como una forma de homenajear al cantante de los Beatles, quien no sólo fué un importante pacifista sino que, durante los años del comunismo, estuvo prohibido por considerarlo un elemento de difusión imperialista. Así es como apenas muerto el cantante, sobre el muro que antes daba a la Embajada de Francia y actualmente se encuentra la de Malta, comenzaron pintando su cara y luego se extendió en motivos varios por toda la superficie de la pared.
Según cuentan los historiadores, la embajada mandó a quitar las pintadas pero una y otra vez volvieron a realizarlas, con lo cual, siendo los franceses los mentores de las grandes manifestaciones artísticas, se dieron por vencidos y autorizaron su ejecución. A partir de ese momento el lugar se erigió como un espacio de culto para que graffitteros locales y viajeros de todo el mundo dejaran en él toda clase de mensajes, por supuesto relacionados con la paz mundial, el amor y en algunos casos, para agradecer la hospitalidad de los checos que tanto envuelve e invita a planear un regreso, incluso, cuando aún no abandonaron la ciudad.
Hoy el muro es un marasmo de imágenes y escritos de los más variados. Vean algunos de ellos:
La presencia de los Beatles y el alma de Lennon siguen intactas
Gran verdad que resulta tan difícil de aplicar
Esta misteriosa puerta bien podría llamarse "La puerta de acceso a la imaginación"
Cara y slogan de una misma moneda
Tipografías, colores y formas hacen del lugar un espacio de diseño más que interesante
El símbolo de la paz, manifiesto del Hippismo
Las expresiones de amor aparecen en todos los idiomas
incluído el español
La dicotomía del capitalismo tiene cara de niño en el muro
Como verán, el sitio vale la pena una visita. Les recomiendo que dediquen una mañana a visitar la Isla y que no lo hagan el primer día que conozcan el puente. Muchos no resisten la tentación de bajar las escalinatas pero les aseguro que no se lo puede visitar en poco tiempo ya que hay mucho para ver y sería una pena que se lo pierdan.
Por la noche el lugar suele tener algunos bares y restaurantes que ofrecen tomar o comer algo con una de las mejores vistas que se pueda tener del Moldava, bella arteria que da vida a la ciudad y que la hace inolvidable y única.
Más información:
Isla de Kampa
Ubicación: Malá Strana (debajo del Puente Karlos)
Por ser un distrito en el que habita gente tiene acceso libre las 24 hs.
Formas de llegar: a pie o en Metro en dirección a Malostranska, Estación Mala Strana (los deja a 300 metros del Puente y desde allí bajan por escalera)
Isla de Kampa en el mapa