Revista Libros
La noche de sus ojos robo mis besos. Sus columnas perfectas son mi tentación. El misterio de su boca dulce como una rosa abierta hechiza mi mente. Quisiera perderme en su geografía. Habitar entre sus majestuosas formas. Dejarme llevar por su magia. Olvidar todo menos sus besos, su nombre y su esencia. La seda de su piel embruja mis dedos. Naufrague en el mar de sus ojos, mientras su boca es una fuente de la que ansió beber. Tengo celos de su ropa y de aire que respira. Nada más bello que navegar por las cordilleras de su piel. Dibujando corazones por su geografía hasta el amanecer. Saciado de pasión, envuelto en su calor, olvidado quien soy, solo amándola sin mesura. Dándole toda mi pasión y ternura. Convirtiéndola en la reina de mis más profundos sentimientos, mientras me embriaga con todos sus besos. Siento parte de su alma eternamente. Estallando en pasión cada amanecer. Olvidando todo menos su nombre. Viviendo de su fuego. Siendo parte de su universo y su piel.