Lugar: Estadi Olímpici Lluis Companys. Barcelona
Fecha: 7 junio 2013
Asistencia: 35.000 personas
Artistas Invitados: L.A. y You Don't Know Me
Precio: Desde 61 euros
Para Muse el tamaño sí importa. De hecho, es imprescindible. En Teignmouth, Devon, resulta que más grande, más alto, más potente, más ancho, más todo, es mejor. Y claro, las ansias de gigantismo que una banda de pueblo tiene desde su intrínseca formación no se colman con cualquier medianía. De ahí que Matthew Bellamy, Dominic Howard y Christopher Wolstenholme se plantaran este viernes en el Estadi Oimpic Lluis Companys de Barcelona con un montaje tan mastodóntico que rozaba el absurdo, con la firme intención de llevar al público al colapso sensitivo.
Fueron en total 35.000 personas (mucha grada vacía) las que pasaron la velada, entre futurista y marcial, cara a cara frente a un trío que suena como las puertas del infierno abriéndose de par en par en los últimos instantes del mundo tal y como lo conocemos. Un trío que arranca en plan brutalista con Supremacy, obviando todas las premisas del rock de estadio, sin introducciones ni demoras absurdas. Solo faltó un James Bond, a poder ser Sean Connery, luciendo antebrazos y aterrizando a plomo sobre la batería de Dominic, mientras el fuego torraba las cejas ya de por sí amarillas de los fanáticos predestinados al sacrificio.
Y bueno, como esta crónica está publicada originalmente en la web de Rolling Stone, os emplazo a que clickéis sobre estas palabras para proseguir leyendo el relato, si acaso os parece buen plan. ¡Insostenible!