Sin prisa nos levantamos y hacemos las mochilas. Desayunamos, una buena ducha y dejamos las mochilas en una habitación guarda equipaje con llave. Cogemos la bolsa donde metimos toda la ropa que llevamos ayer a Chernobyl y la tiramos a un contenedor. Habíamos traído ropa vieja para este día, habíamos leído que era bueno tirarla. Pero sinceramente es una tontería porque al final lo que más contacto tiene es el calzado y ese no lo vamos a tirar. Al salir a la calle vemos que está chispeando y el cielo muy negro. Como la idea es ir al Museo de Chernobyl y allí se está a cubierto, no pasa nada. Vamos a coger el metro y en la misma linea azul vamos hasta la estación de Kontraktova Ploshcha, son dos paradas.
Cogemos la interminable escalera mecánica y al tren. Va a tope y al cerrar la puerta me pilla la mochila, me revuelvo un poco y solucionado.
Salimos y con maps.me llegamos sin problemas, está muy cerquita. Antes de entrar buscamos algún sitio para cambiar dinero. Vemos varios pero todos tienen "mal cambio". Y mira por donde, vemos que estamos al lado de la noria que vimos el primer día desde la Iglesia de San Andrés. Y lógicamente desde aquí vemos la iglesia arriba en lo alto.
Este es el barrio de Podil. Es uno de los barrios más antiguos de Kiev y el lugar de nacimiento del comercio y la industria de la ciudad. A modo informativo comentar que junto a la noria hay un restaurante Puzata Hata.
Después de dar un paseo por toda esta zona, cambiamos un poco de dinero (a 32,55 UAH) y vamos al museo. En la puerta de este hay 3 vehículos de la época y una tanqueta.
MUSEO DE CHERNOBYL EN KIEV
La entrada cuesta 20 UAH, la audio guía en español 50 UAH, hacer fotos 40 UAH y vídeo 70 UAH. Abre de 10:00 a 18:00 horas. Cierra los domingos y el último lunes de cada mes.
Es el primer lugar que vemos información en español. Con ayuda de la audio guía nos hemos podido enterar de todo, y además hemos terminado de entender todo lo que vimos ayer. Creemos que es un museo imprescindible y complementario. Si tienes la duda de venir antes o después al museo que la excursión a Chernobyl, bajo nuestro punto de vista da igual. Aunque a lo mejor es bueno hacerlo como nosotros después, porque quizás, se te quiten las ganas de hacer la excursión.
Seguir todas las explicaciones de la audio guía y verlo bien te lleva cerca de 2 horas. Se empieza en el hall con una introducción sobre las centrales nucleares y el accidente de Fukushima.
Subimos por una escalera que simboliza la carretera a Chernobyl. Están a modo de memorial, las señales de las 92 localizaciones que fueron evacuadas.
El tiempo se detuvo a la 1:23 horas del 26 de abril de 1986. Un reloj soviético lo recuerda en la primera sala.
En las primeras horas del desastre nadie sabía qué había ocurrido. A medida que pasaba el tiempo, el desastre estaba cada vez más claro, el núcleo de la central había estallado. Era lo peor que podía pasar. Había que parar aquello como fuese y para ello se reclutó a nada más y nada menos que 600.000 personas de diferentes repúblicas soviéticas. Bomberos, ingenieros, científicos, enfermeros, policías y militares entre otros, fueron los héroes que arriesgaron su vida en muchos casos, sabiendo a lo que se exponían.
No existen cifras oficiales pero hay censos, que estiman que de los 600.000 "liquidadores" reconocidos, a la larga murieron 60.000 y otros 165.000 quedaron con graves secuelas que arrastrarían de por vida.
Los liquidadores fueron, y son, los auténticos héroes del desastre nuclear, personas que se enfrentaron a la radiación, a pesar del peligro y el fatal destino que les esperaba.
Muchos liquidadores fueron forzados a realizar la limpieza, a otros se les atrajo con falsas promesas; dinero, militares a los que se prometió acortar el servicio obligatorio. Otros muchos fueron simplemente voluntarios de buena fe, que desconocían los riesgos.
La radiación no se ve pero mata.
Cerca del 45% de los liquidadores ucranianos fallecieron. Toda la información esta clasificada y hay mucho oscurantismo, se conoce muy poco de lo que realmente ocurrió.
Diferentes historias personales de héroes y victimas, con objetos personales y documentación. La audio guía nos va relatando cada vitrina. Ayer fue una experiencia dura, ver in situ el lugar del desastre y las consecuencias.
Pero hoy escuchamos las vivencias desgarradoras unas y de auténticos héroes otras, de unas personas que hicieron lo imposible para que la magnitud del desastre fuese el menor posible. Y escuchar esto si que nos pone los pelos de punta de verdad. Es increíble, casi no hablamos. Nuestras caras deben de ser un poema y creo que no es para menos. Mucha carga emocional.
Delante de una maqueta de la Central Nuclear te explica como estaba construida, como funcionaba y lo que pudo ocurrir.
En un diorama se va viendo todo el momento de la explosión y como cambia el reactor 4. En ese momento había 4 reactores funcionando y estaban construyendo otros 2. En el año 2000 se paró definitivamente el último de los 4 reactores que aun quedaba en funcionamiento.
En otra sala vemos un manzano seco brotando a través de una cuna, simbolizando la tierra que vio nacer a miles de personas durante 800 años de historia que tenia la población de Chernobyl. Las fotos del suelo simbolizan las hojas que cayeron para siempre de recuerdos encontrados en las casas. Quien volverá a vivir aquí dentro de 24.000 años, que es el tiempo que tarda en extinguirse el uranio?
Lo siguiente que vemos es una maqueta de la zona de exclusión. 1800 km cuadrados, un perímetro de 30 kilómetros entre Ucrania y Bielorrusia.
Vemos diferentes vitrinas con objetos médicos y de intervención. Equipos médicos de Moscú consiguieron salvar muchas vidas de personas con cáncer o patologías diversas contraídas directamente por el contacto radioactivo.
Vemos también una máquina de detección para personas, como las que cruzamos ayer.
En la última sala, que es la más grande, hace las veces de un memorial. Para hacer ver que las manos del hombre están llevándonos a la propia destrucción. Si no cuidamos y encima nos cargamos el medio ambiente en un futuro la zona de exclusión no serán 30 km sino todo el planeta. Chernobyl, Fukushima, bombas nucleares, ensayos nucleares....
Un museo de mucha carga emocional y muy, muy interesante.
A las 14:30 horas salimos y buscamos por los alrededores algún restaurante para comer. Entramos a uno pero no tienen carta en inglés. Vemos un edificio pintado muy chulo y es un restaurante.
Entramos bajando unas escaleras y vemos que es self services, es como el Puzata Hata, tienen los precios de los platos.
Elegimos 2 sopas borsch, 2 pechugas de pollo con queso, champiñones y hierbas por encima, verduras asadas y una pechuga rellena. Por esto y una Cocacola de 1 litro pagamos 199 UAH.
Cogemos el metro y nos vamos al hostel a por las mochilas. Antes en Meidan nos metemos en un Aroma Kaba a tomar un café. Esta cadena esta por todas partes, hay centenares de ellas. Además con la tarjeta de descuento del 10% fenomenal. Si sois cafeteros como nosotros pedid la primera vez la tarjeta de descuento, la sacareis partido.
Ahora si vamos al hostel, cogemos las mochilas y de nuevo al metro. Hasta la estación de Vokzalna, la de la Estación de Trenes. Cruzamos por el paso subterráneo al otro lado. Comentar que los pasos subterráneos son verdaderos centros comerciales. Es normal, pues hay que pensar que en invierno estas ciudades tienen un clima bastante frío y es una manera de vida.
Al otro lado nos acercamos a la parada del bus SkyBus (bus 322). El mismo punto donde nos dejó el día que llegamos desde el aeropuerto. Funciona las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Entre las 5:40 horas las 23:30 horas tiene una frecuencia de 15-20 min. Y entre las 23:30 y las 5:40 horas de 30-40 min. Cuesta 100 UAH por persona y se tarda unos 50 min hasta/desde el aeropuerto, dependiendo del tráfico.
Llegamos al Aeropuerto Internacional de Boryspil a las 18:40 horas. Hay un atardecer precioso.
Para entrar al aeropuerto pasamos un control de equipaje y de personas. Después ponemos las fundas de viaje a las mochilas y a la cola de uno de los mostradores de facturación. Que gran invento es esto de las fundas para proteger nuestras mochilas.
Enseñamos las tarjetas de embarque, que tenemos al hacer el check in ayer a través de la app de la compañía, en el móvil y facturamos sin problemas. Nos mandan pesar las mochilas de mano.
Siguiente paso control de equipaje de mano y de personas, todo ok. Ya solo queda el control de pasaportes, nos toca la poli lenta, pero acabamos pasando como todos. Hay wifi gratuita en el aeropuerto y al coger señal recibo un mail de la compañía que ha habido un cambio de puerta de embarque. Acabábamos de escucharlo por megafonía y lo más sorprendente es que lo dicen también en español. Ahora es la 16.
El aeropuerto es pequeño y se llega rápido a cualquier puerta. Vemos entre dos puertas de embarque un pequeño parque infantil, creo que es la primera vez que vemos uno en un aeropuerto.
Un poco antes de llegar a nuestra puerta vemos una máquina de café. Hay que gastar los últimos grivnas que nos quedan, miramos lo que cuestan y nos falta un grivna para 2 cafés, tenemos 69 UAH. Sacamos uno y al recoger las vueltas vemos que ha salido una moneda más, justo la que necesitábamos... yujuuuu!!!! No hay más que pedir, jajaja.
Nos sentamos a comer el bocata y dicen por megafonía que nuevo cambio de puerta, ahora es la 15. Está al lado, así que ni nos movemos.
Acabamos el café justo cuando abren nuestra puerta de embarque. Nos montamos en el bus que va al avión y hablamos con una pareja de españoles. Nos cuentan que no han venido de vacaciones sino a por un vientre de alquiler o como se dice ahora una gestación subrogada. Antes de este viaje escuchábamos en las noticias los problemas que está habiendo con este tema en Ucrania, pues el gobierno español no está dando el pasaporte a los niños. Nos despedimos de ellos deseándoles que todo vaya bien y subimos al avión. Un boeing 737-800/900 de la compañía Ukraine Airlines.
Nos toca casi atrás del todo y separados por el pasillo. A las 21:00 horas despegamos. El vuelo transcurre con normalidad. Solo agua te dan de forma gratuita. Como anécdota comentar, que una chica joven que iba cerca de nosotros se ha empezado a encontrar mal y una pasajera, suponemos que médico, la ha estado atendiendo. Ha debido ser una bajada de azúcar. A las 23:55 horas, 15 minutos antes de lo previsto aterrizamos en Madrid, pero no sabemos porqué, nos tienen en el avión más de media hora. Hace mucho calor y como el avión está parado, no sale aire. Por fin se abren las puertas y poco a poco vamos saliendo del avión.
Ahora toca recorrer la T-4 de punta a punta hasta llegar a la parada del tren. Esperamos a que llegue y nos montamos. Unos 10 minutos de recorrido hasta que llegamos al otro lado. Pasar por el control de pasaportes y recoger nuestras mochilas de la cinta, que cuando llegamos ya están. Y seguro que mareadas de dar vueltas. Fuera nos esperan Mary Carmen y Juan (mis tíos), para llevarnos a su casa y descansar. Como siempre, se portan de 10!!!!!
Ucrania, país bastante desconocido para occidente y que nos ha sorprendido muy gratamente. Todo ha salido perfecto y hemos disfrutado muchísimo. Transnistria ha sido un objetivo conseguido y la experiencia de Chernobyl muy enriquecedora y una lección de historia viva. Como puntos un poco mas negativos han sido el idioma y el carácter en general de la gente, que es bastante frío. Sin lugar a dudas un destino que os recomendamos 100%.
Ahora a pensar en el próximo viaje, que será a...?
Saludos viajeros.