Introducción
Se trata de un museo de titularidad municipal ubicado en la céntrica calle de Fuencarral, en su número 78, en la zona de Tribunal, que curiosamente es más conocida por lo comercial, que por lo monumental y cultural.
Fue creado en 1929, queriendo ser reflejo y memoria de la historia de la ciudad de Madrid.
Permanece abierto de martes a domingo de 10:00 a 20:00, cerrando los lunes, el 1 de enero, el 1 de mayo y el 25 de diciembre.
Para acceder a este museo en transporte público, se dispone en las cercanías de la estación de metro de Tribunal (líneas 1 y 10), así como de paradas de bus urbano de la EMT de las líneas 3, 21, 40, 147 y 149.
Qué ofrece y cómo se organiza
Tras entrar por una recepción, a mano derecha hay un punto de información y una consigna, donde poder dejar bolsas y objetos personales.
A mano izquierda está una parte de exposiciones temporales.
La exposición permanente se organiza en cuatro plantas:
- La del Sótano expone cartografía y maquetas.
- La baja, centrada en la Villa, Corte y Capital de dos mundos (Siglos XVI y XVII), y que expone:
- Madrid, una difícil elección.
- Babilonia cosmopolita.
- La ciudad laboriosa.
- La ciudad placentera.
- La primera, titulada Centro del Iluminismo y del poder (1700/1814), que se centra en:
- Escenario del poder centralizado.
- El paseo y los rituales del tiempo libre.
- Reales fábricas e industrias de la Corte.
- La Guerra de la Independencia.
- La segunda, titulada El sueño de una ciudad (1814/1910), y que ofrece:
- La ciudad estancada e indolente
- Realidad y ficción del progreso.
- Tiempo libre y diversión en la sociedad madrileña.
- La mujer en el S. XIX.
- El Madrid industrioso.
Experiencia propia
Tenía una deuda pendiente con el Museo de Historia de Madrid. Creo que era de los pocos museos madrileños que aún no conocía. Y me ha sorprendido para bien en líneas generales.
Resulta agradable que se trate de un museo que puede visitarse gratuitamente. Y tengo la sensación de que es perfectamente accesible a personas con minusvalía.
Sí es verdad que echo de menos en la exposición permanente algo de numismática y filatelia referida a la ciudad de Madrid.
La exposición temporal que estaba presente cuando he visitado el museo se refería a la historia de la madrileña Plaza Mayor. De hecho se titulaba La Plaza Mayor, 400 años, Retrato y máscara de Madrid.
Creo que se trata de un museo espacioso y tranquilo. De hecho, en un momento de la visita, un grupo de señoras con cierta madurez de edad, hablaban algo alto, y uno de los cuidadores de sala del museo, les pidió educadamente que bajasen un tanto el tono de voz. Me resultó curioso y agradable.
Recuerdo haber visto numerosos cuadros y fotos muy bien explicados, así como maquetas, y útiles de vida cotidiana de épocas más recientes, de mediados del S. XX. También recuerdo curiosidades como fotos del tranvía por la Plaza Mayor, la misma plaza con arbolado; caricaturas sobre Napoleón y alguna baraja de cartas; maquetas como la de las gradas de San Felipe, que ya las conocía por la lectura de algún que otro conocido autor literario español; abanicos con ilustrativas decoraciones, entre otros múltiples detalles.
En definitiva, un museo que podría recomendar.