Este fin de semana Andrés y yo hemos estado en Hervás y hemos descubierto un lugar muy interesante que quería compartir con todos vosotros: el Museo de la Moto y el Coche Clásico.
Situado en la Carretera de la Garganta, el museo– iniciativa personal del constructor y ebanista Juan GIl Moreno- alberga más de 300 piezas en una colección que abarca desde carritos de bebé de época hasta carruajes funerarios pasando por automóviles americanos de los años 50, motos como las que aparecen en los retratos de nuestros abuelos e incluso vehículos de guerra. Una auténtica pasada.
Además de ser un plan ideal para disfrutar en familia, en pareja o entre amigos, no implica que todos los que acudan sean unos enamorados de las ruedas, porque el museo también destaca por un bonito mirador que permite disfrutar de unas vistas increíbles del Valle del Ambroz. La entrada cuesta 10 euros y ya se que no parece barata pero merece la pena.
A mi me ha hecho pensar en cómo hemos ido evolucionando hasta construirnos una vida sobre ruedas, de mayor o menor lujo, pero con motores cada vez más sofisticados para no perder nunca el ritmo…
¿Mi vehículo favorito?
Ay, amigos. Mi vehículo favorito es y será siempre la bicicleta.