Para que no solo sea durante la Semana Santa cuando se pueda disfrutar viendo los pasos de las procesiones, en el Burgo de Osma los han instalado de forma permanente en la Iglesia de la Inmaculada, junto al Seminario. Aunque el horario no es muy extenso, con suerte (como me paso a mí), encuentras a alguna persona de las cofradías que muy amablemente te lo enseñan. Lamentablemente algunos de los pasos todavía estaban en la Catedral.
Imágenes poco comunes como La Última Cena, o el Prendimiento destacan entre ellas.
La imagen más llamativa es el Cristo Crucificado, regalado por un cofrade sudamericano está construido con caña de bambú, y la talla pesa solamente tres kilos y medio. Contrasta con el paso del Descendimiento, que con siete figuras pesa trescientos cincuenta kilos: cien veces más.
Esta última imagen es la tercera vez que la veo, hay otra exactamente igual en La Puebla de Hijar, y en un pueblo de Gerona, creo que en Olot, donde se fabrican.