Revista Cultura y Ocio
En Madrid, entre la estación de Atocha y el Paseo del Prado, se forma un triángulo fundamental en el Madrid cultural. Se trata del trío que forma el Museo del Prado, el Museo Thyssen Bornerzmisa y el Museo Reina Sofía del que os vamos a hablar hoy. Todos ellos muy cerca unos de otros, a un corto paseo por una de las zonas de Madrid con bastante Historia y encanto.
El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) está al lado de la Estación de Atocha de Madrid, en la calle Santa Isabel 52. Su vocación principalmente está ligada a las manifestaciones artísticas contemporáneas y al s.XX. En constante cambio con sus exposiciones temporales, además, cuenta con una exposición permanente de gran interés. En ésta se encuentra, entre otros, Dalí o Joan Miró y uno de los mayores protagonistas tanto para el turismo nacional e internacional, el famoso cuadro del Guernica de Picasso, que se convierte en uno de los mayores atractivos populares.
El Museo Reina Sofía está constituido por dos edificios que se diferencian perfectamente, uno mucho más moderno, del s.XXI obra del arquitecto francés Nouvel, y otro mucho más sobrio que fue terminado por Sabatini, aunque son más los arquitectos que contribuyeron a su construcción. Además, fuera de esta ubicación, el Museo Reina Sofía ha ampliado sus muestras artísticas a otros lugares emblemáticos como son el Palacio de Cristal o el Palacio de Velázquez, ambos en el Parque del Retiro, y que se emplean para exposiciones temporales.
Y es que el museo, declarado como tal, no lleva tanto tiempo con nosotros. En los años 80 fue declarado Centro de Arte, ya que solo disponía de exposiciones temporales, y ya en los años 90, cuando por fin tuvo una exposición permanente fue declarado oficialmente museo. Esta colección se fue consiguiendo poco a poco, a base del legados, compras y donaciones que hicieron por ejemplo la mujer de Joan Miró, entre otros. En su trayectoria ha tenido algunas exposiciones que causaron total aceptación entre el público, como la de Antonio López en los años 90, o la de Dalí a principio de los años 2000.
Nos encanta ahondar en la Historia de los edificios emblemáticos de Madrid, y es que detrás del Museo Reina Sofía, a parte de un excelente museo de arte contemporáneo, se esconde también una larga Historia, llena de idas y venidas, de reyes, de leyendas y mucho más…
Nos vamos a centrar en las sedes principales del centro, donde se encuentra el edificio de Sabatini y la ampliación posterior del arquitecto Jean Nouvel. Respecto a los otros edificios ya hablaremos cuando hagamos una entrada del Parque del Retiro.
Para resumir su historia y todas las leyendas que lo rodean hay que remontarse al comienzo, en el s.XVI, entonces Felipe II quiere unificar todos los centros que recogen a enfermos y desvalidos en un único centro. A pesar de que inicialmente se plantea hacerlo en la Carrera de San Jerónimo, se considera que sería una buena ubicación donde se encuentra el actual edificio de Sabatini. En aquellas fechas, ese lugar era la periferia y contaba con un buen abastecimiento de agua en su entorno. Inicialmente la iglesia no se lo pone fácil y a través del Concilio de Toledo impide unificar todo en un centro, protegiendo así a todas las congregaciones de religiosas que se dedicaban a esa tarea. Pero Felipe II, acude hasta al Papa para poder llevar su proyecto a cabo.
Y así comienza la construcción del Hospital. Una construcción que se extendería a lo largo de los siglos y que fue llevándose a cabo poco a poco y ejerciendo sus funciones en la misma medida. En el s.XVIII, Fernando VI considera que el edificio no es adecuado para la función que se le presupone y que por tanto debe adaptarse un nuevo proyecto para llevar a cabo esta función. Así, de la mano del arquitecto José de Hermosilla se inicia el nuevo proyecto para el Hospital General, que no pudo acabar y para el que fue destinado finalmente Sabatini.
En este edificio, durante todos estos años, han sido muchos los que encontraron el final de su vida, y quizá vinculado con ésto, mucho tienen que ver las infinitas leyendas que han hecho de este lugar un espacio investigado más de una vez por sucesos paranormales.
Durante toda su historia, el “Hospital General” tuvo también funciones de prisión, depósito de cadáveres del Anatómico Forense y un área dedicada a psiquiátrico, o manicomio como se llamaba antiguamente, dónde se dice que las técnicas que se utilizaban con los pacientes no eran muy ortodoxas, también, en la parte baja estuvo durante un tiempo el Colegio de Cirugía de San Carlos. En la Guerra Civil también se comenta que se torturó y mató a soldados, concretamente en el lugar donde hoy en día está la Biblioteca. A esto sumamos la cantidad de enfermos que llegaban casi incurables con peste, virus e infecciones sin solución. Y parece ser que todos estos cuerpos acababan enterrados en el subsuelo del Hospital.
Lo cierto es que a mediados de los años 60 el Hospital cerró y quedó sumido en un abandono que rozó la posibilidad de demolición. En esos momento de qué hacer con un edificio que había quedado en la ciudad en soledad, al final, y debido a la trayectoria histórica del mismo, se decide proteger y convertir en edificio Histórico Artístico. Así, la construcción de Sabatini, de corte neoclásico, y que no llegó a acabar tal y como él tenía proyectado, comienza a tener protagonismo, se inicia una rehabilitación y se piensa en orientarlo hacia un Centro Cultural.
Durante las diferentes etapas desde finales de los 70 hasta el 90, en el que abre como museo, se encuentra en su rehabilitación restos que confirman parte de los hechos dramáticos de lo vivido entre las 4 paredes: tumbas, huesos, cadenas… y hasta tres monjas momificadas (que, por cierto, tras su descubrimiento se dejaron enterradas bajo la entrada principal de la fachada de Sabatini).
Todos estos hechos alimentan más aún los testimonios de algunos de los trabajadores, sobre todo nocturnos, del Centro de Arte y Museo. Dicen escuchar sonidos, sentir energía extraña, falta de aire, agobio… Además, los modernos ascensores que se construyen en la fachada principal del clásico edificio empiezan por la noche a ponerse en marcha solos. Son tantos los testimonios que en más de una ocasión se hacen estudios paranormales al respecto, quedándose este edificio como uno de los “encantados” de Madrid. Entre las leyendas más “simpáticas”, la que dice que era Picasso quien se aparecía por allí, muy enfadado, porque su obra maestra, El Guernica, lo habían trasladado del Casón del Buen Retiro a un edificio que había sido un Hospital.
Y entre las leyendas más escalofriantes, la de un paciente que decía llamarse “Ata” (Ataulfo para algunos) y que se manifestó a través de una ouija a unos trabajadores del museo y, posteriormente, a unos profesionales en la materia, afirmando ser un loco asesino.
Apartadas estas leyendas y misterios. La Historia del Museo Reina Sofía continúa. A partir de su apertura como tal empieza a tener bastante éxito, sus colecciones se incrementan y se plantea hacer una remodelación, que al final no parece, como suele pasar, que agrade a todos.
El arquitecto Jean Nouvel, incorpora un nuevo edificio en el terreno de al lado, donde se encontraban anteriormente edificios anejos al Hospital, y en el momento de la construcción algunos organismos oficiales. Se trata de una construcción totalmente rompedora que intenta unificarse con el antiguo edifico a través de un espacio común, la plaza presidida por la escultura de Roy Lichtenstein. Dos estilos que nada tienen que ver uno con el otro.
La plaza es realmente llamativa, su altura y las paredes del edifico neoclásico enfrentadas a cristaleras que conforman la otra nueva construcción, al menos, llaman poderosamente la atención. Es una sensación de amplitud y perspectivas.
En esta misma plaza podréis encontrar las taquillas del museo. Aprovechamos este punto para comentaros que el martes el museo permanece cerrado. El resto de días su horario es de 10 a 21 horas, a excepción de los domingos que se cierra a las 19.00 horas. Y con respecto al precio de la entrada, hay diferentes tarificaciones, así que lo mejor es consultarlo en la web, pero para cada día existe un horario en el que la entrada es gratuita, así, los días laborables que está abierto, se puede entrar gratuitamente de 19 horas a 21 horas. Y los domingos desde las 13.30 hasta el cierre.
Volvemos al nuevo edificio, es muy aconsejable subir a sus terrazas, ubicadas en la sexta planta, desde ellas se obtienen unas vistas de la plaza de la que os hablábamos y, a la vez, y mirando hacia el otro lado, de la Glorieta de Carlos V y la Estación de Atocha. Un poco más de Madrid desde las alturas. Para acceder a este área no es necesario pagar el importe de la entrada del museo, es de acceso libre.
Y como este blog no es de arquitectura, ni de sucesos paranormales, ni de arte, si no de planes, turismo, ocio y viajes, hemos pensado que el Museo Reina Sofía bien merece una visita tanto para los madrileños como a los turistas.
Porque tiene de todo y para todos, Juan Gris, Dalí, Miró, Picasso y muchos más... Colecciones temporales muy variadas, algunas curiosas y otras tantas, al menos para nosotros, no entendibles pero que no dejan de sorprenderte. Actualmente, se encuentra la exposición temporal llamada “Fuego Blanco” que albergará a partir de junio la obra Nafea Faa Ipoipo de Gauguin, que en este año acaba de ser comprada como la obra más cara de la Historia y, probablemente, no haya muchas más oportunidades de poderla observar públicamente.
Un edificio que son dos (realmente 4 si contamos con los dos ubicados en el Parque del Retiro). Uno anclado en la Historia de Madrid, de pasillos largos y acristalados con salidas y vistas a un pequeño jardín, y ese aire de película antigua, de niños, de monjas, de médicos y enfermos… Y otro moderno, con cristal, metal, espacios diáfanos. Contrastes, arquitectura, imán para la fotografía...
Un lugar que puede atraer a los amantes de los misterios y lo paranormal, no es un lugar del que simplemente se hable por una leyenda, sino que son muchos los que cuentan sus experiencias.
Un vértice del triángulo del arte de Madrid, junto con el Museo del Prado y el Museo Thyssen, el Reina Sofía te espera. Arte moderno, Historia y un cachito más de la ciudad.
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El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) está al lado de la Estación de Atocha de Madrid, en la calle Santa Isabel 52. Su vocación principalmente está ligada a las manifestaciones artísticas contemporáneas y al s.XX. En constante cambio con sus exposiciones temporales, además, cuenta con una exposición permanente de gran interés. En ésta se encuentra, entre otros, Dalí o Joan Miró y uno de los mayores protagonistas tanto para el turismo nacional e internacional, el famoso cuadro del Guernica de Picasso, que se convierte en uno de los mayores atractivos populares.
El Museo Reina Sofía está constituido por dos edificios que se diferencian perfectamente, uno mucho más moderno, del s.XXI obra del arquitecto francés Nouvel, y otro mucho más sobrio que fue terminado por Sabatini, aunque son más los arquitectos que contribuyeron a su construcción. Además, fuera de esta ubicación, el Museo Reina Sofía ha ampliado sus muestras artísticas a otros lugares emblemáticos como son el Palacio de Cristal o el Palacio de Velázquez, ambos en el Parque del Retiro, y que se emplean para exposiciones temporales.
Y es que el museo, declarado como tal, no lleva tanto tiempo con nosotros. En los años 80 fue declarado Centro de Arte, ya que solo disponía de exposiciones temporales, y ya en los años 90, cuando por fin tuvo una exposición permanente fue declarado oficialmente museo. Esta colección se fue consiguiendo poco a poco, a base del legados, compras y donaciones que hicieron por ejemplo la mujer de Joan Miró, entre otros. En su trayectoria ha tenido algunas exposiciones que causaron total aceptación entre el público, como la de Antonio López en los años 90, o la de Dalí a principio de los años 2000.
Nos encanta ahondar en la Historia de los edificios emblemáticos de Madrid, y es que detrás del Museo Reina Sofía, a parte de un excelente museo de arte contemporáneo, se esconde también una larga Historia, llena de idas y venidas, de reyes, de leyendas y mucho más…
Nos vamos a centrar en las sedes principales del centro, donde se encuentra el edificio de Sabatini y la ampliación posterior del arquitecto Jean Nouvel. Respecto a los otros edificios ya hablaremos cuando hagamos una entrada del Parque del Retiro.
Para resumir su historia y todas las leyendas que lo rodean hay que remontarse al comienzo, en el s.XVI, entonces Felipe II quiere unificar todos los centros que recogen a enfermos y desvalidos en un único centro. A pesar de que inicialmente se plantea hacerlo en la Carrera de San Jerónimo, se considera que sería una buena ubicación donde se encuentra el actual edificio de Sabatini. En aquellas fechas, ese lugar era la periferia y contaba con un buen abastecimiento de agua en su entorno. Inicialmente la iglesia no se lo pone fácil y a través del Concilio de Toledo impide unificar todo en un centro, protegiendo así a todas las congregaciones de religiosas que se dedicaban a esa tarea. Pero Felipe II, acude hasta al Papa para poder llevar su proyecto a cabo.
Y así comienza la construcción del Hospital. Una construcción que se extendería a lo largo de los siglos y que fue llevándose a cabo poco a poco y ejerciendo sus funciones en la misma medida. En el s.XVIII, Fernando VI considera que el edificio no es adecuado para la función que se le presupone y que por tanto debe adaptarse un nuevo proyecto para llevar a cabo esta función. Así, de la mano del arquitecto José de Hermosilla se inicia el nuevo proyecto para el Hospital General, que no pudo acabar y para el que fue destinado finalmente Sabatini.
En este edificio, durante todos estos años, han sido muchos los que encontraron el final de su vida, y quizá vinculado con ésto, mucho tienen que ver las infinitas leyendas que han hecho de este lugar un espacio investigado más de una vez por sucesos paranormales.
Durante toda su historia, el “Hospital General” tuvo también funciones de prisión, depósito de cadáveres del Anatómico Forense y un área dedicada a psiquiátrico, o manicomio como se llamaba antiguamente, dónde se dice que las técnicas que se utilizaban con los pacientes no eran muy ortodoxas, también, en la parte baja estuvo durante un tiempo el Colegio de Cirugía de San Carlos. En la Guerra Civil también se comenta que se torturó y mató a soldados, concretamente en el lugar donde hoy en día está la Biblioteca. A esto sumamos la cantidad de enfermos que llegaban casi incurables con peste, virus e infecciones sin solución. Y parece ser que todos estos cuerpos acababan enterrados en el subsuelo del Hospital.
Lo cierto es que a mediados de los años 60 el Hospital cerró y quedó sumido en un abandono que rozó la posibilidad de demolición. En esos momento de qué hacer con un edificio que había quedado en la ciudad en soledad, al final, y debido a la trayectoria histórica del mismo, se decide proteger y convertir en edificio Histórico Artístico. Así, la construcción de Sabatini, de corte neoclásico, y que no llegó a acabar tal y como él tenía proyectado, comienza a tener protagonismo, se inicia una rehabilitación y se piensa en orientarlo hacia un Centro Cultural.
Durante las diferentes etapas desde finales de los 70 hasta el 90, en el que abre como museo, se encuentra en su rehabilitación restos que confirman parte de los hechos dramáticos de lo vivido entre las 4 paredes: tumbas, huesos, cadenas… y hasta tres monjas momificadas (que, por cierto, tras su descubrimiento se dejaron enterradas bajo la entrada principal de la fachada de Sabatini).
Todos estos hechos alimentan más aún los testimonios de algunos de los trabajadores, sobre todo nocturnos, del Centro de Arte y Museo. Dicen escuchar sonidos, sentir energía extraña, falta de aire, agobio… Además, los modernos ascensores que se construyen en la fachada principal del clásico edificio empiezan por la noche a ponerse en marcha solos. Son tantos los testimonios que en más de una ocasión se hacen estudios paranormales al respecto, quedándose este edificio como uno de los “encantados” de Madrid. Entre las leyendas más “simpáticas”, la que dice que era Picasso quien se aparecía por allí, muy enfadado, porque su obra maestra, El Guernica, lo habían trasladado del Casón del Buen Retiro a un edificio que había sido un Hospital.
Y entre las leyendas más escalofriantes, la de un paciente que decía llamarse “Ata” (Ataulfo para algunos) y que se manifestó a través de una ouija a unos trabajadores del museo y, posteriormente, a unos profesionales en la materia, afirmando ser un loco asesino.
Apartadas estas leyendas y misterios. La Historia del Museo Reina Sofía continúa. A partir de su apertura como tal empieza a tener bastante éxito, sus colecciones se incrementan y se plantea hacer una remodelación, que al final no parece, como suele pasar, que agrade a todos.
El arquitecto Jean Nouvel, incorpora un nuevo edificio en el terreno de al lado, donde se encontraban anteriormente edificios anejos al Hospital, y en el momento de la construcción algunos organismos oficiales. Se trata de una construcción totalmente rompedora que intenta unificarse con el antiguo edifico a través de un espacio común, la plaza presidida por la escultura de Roy Lichtenstein. Dos estilos que nada tienen que ver uno con el otro.
La plaza es realmente llamativa, su altura y las paredes del edifico neoclásico enfrentadas a cristaleras que conforman la otra nueva construcción, al menos, llaman poderosamente la atención. Es una sensación de amplitud y perspectivas.
En esta misma plaza podréis encontrar las taquillas del museo. Aprovechamos este punto para comentaros que el martes el museo permanece cerrado. El resto de días su horario es de 10 a 21 horas, a excepción de los domingos que se cierra a las 19.00 horas. Y con respecto al precio de la entrada, hay diferentes tarificaciones, así que lo mejor es consultarlo en la web, pero para cada día existe un horario en el que la entrada es gratuita, así, los días laborables que está abierto, se puede entrar gratuitamente de 19 horas a 21 horas. Y los domingos desde las 13.30 hasta el cierre.
Volvemos al nuevo edificio, es muy aconsejable subir a sus terrazas, ubicadas en la sexta planta, desde ellas se obtienen unas vistas de la plaza de la que os hablábamos y, a la vez, y mirando hacia el otro lado, de la Glorieta de Carlos V y la Estación de Atocha. Un poco más de Madrid desde las alturas. Para acceder a este área no es necesario pagar el importe de la entrada del museo, es de acceso libre.
Y como este blog no es de arquitectura, ni de sucesos paranormales, ni de arte, si no de planes, turismo, ocio y viajes, hemos pensado que el Museo Reina Sofía bien merece una visita tanto para los madrileños como a los turistas.
Porque tiene de todo y para todos, Juan Gris, Dalí, Miró, Picasso y muchos más... Colecciones temporales muy variadas, algunas curiosas y otras tantas, al menos para nosotros, no entendibles pero que no dejan de sorprenderte. Actualmente, se encuentra la exposición temporal llamada “Fuego Blanco” que albergará a partir de junio la obra Nafea Faa Ipoipo de Gauguin, que en este año acaba de ser comprada como la obra más cara de la Historia y, probablemente, no haya muchas más oportunidades de poderla observar públicamente.
Un edificio que son dos (realmente 4 si contamos con los dos ubicados en el Parque del Retiro). Uno anclado en la Historia de Madrid, de pasillos largos y acristalados con salidas y vistas a un pequeño jardín, y ese aire de película antigua, de niños, de monjas, de médicos y enfermos… Y otro moderno, con cristal, metal, espacios diáfanos. Contrastes, arquitectura, imán para la fotografía...
Un lugar que puede atraer a los amantes de los misterios y lo paranormal, no es un lugar del que simplemente se hable por una leyenda, sino que son muchos los que cuentan sus experiencias.
Un vértice del triángulo del arte de Madrid, junto con el Museo del Prado y el Museo Thyssen, el Reina Sofía te espera. Arte moderno, Historia y un cachito más de la ciudad.
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