

Cabe mencionar que en noviembre del 2013, se lanzó el primer volumen del manga Museum, que empezó a salir en forma de fascículos en la revista Young Magazine, de la editorial Kodansha. El productor Hiroyoshi Koiwai leyó el manga que tanto había atraído a muchos seguidores cuando se publicó, y pensó en adaptarlo a la gran pantalla con Keishi Otomo, con el que había colaborado en la saga de Kenshin. Museum es la suma de unos efectos especiales magníficos, una historia emocionante, la temática derivada del sistema de jueces ciudadanos y el enfrentamiento entre las personas implicadas. Con estos elementos, Koiwai decidió que el director Otomo sería el más apropiado para hacer una buena adaptación. Y, tras largas negociaciones, Koiwai adquirió los derechos; sin embargo, Otomo se mostró un poco reticente la primera vez que le hablaron del proyecto: “Al pensar en otras obras de este tipo, lo primero que me viene a la cabeza es Seven (1995). Pero esa película, basada en la fe cristiana de Occidente, no se puede comparar con Museum, cuya trama transcurre en Japón y está muy alejada de la religión. ¿Cómo atraer a una generación influenciada por el manga y el anime? ¿Cómo hacer que les apasione una película así? ¿Cómo mantener la inigualable estética del manga eliminando la banalización del crimen para que no se perciba como un simple juego? Ese era el reto al llevar a la gran pantalla una adaptación de tal complejidad”, —aclara Otomo—




© El copyright de las imágenes pertenece a sus respectivos autores y/o productoras/distribuidoras.Sin ánimo de lucro. Las imágenes publicadas solamente tienen la finalidad de complementar este artículo.