Revista 100% Verde

Música en lugar de química

Por Karlosv9

En Francia hay aproximadamente cien agricultores, sobre todo viticultores, que además de optar por seguir prácticas ecológicas libres de abonos químicos de síntesis en sus viñedos, añadieron una particularidad que al principio sonaba cuanto menos extraña: utilizan la música para provocar que ciertos genes de la viña se conviertan en proteínas y de esta forma reducir las enfermedades de la madera. En más de ochenta viñedos franceses suenan a diario diferentes melodías programadas por los agricultores para acabar con ciertas enfermedades como la yesca, producida por varios hongos que penetran por las grietas de la madera (heridas comúnmente producidas por la poda). A esta técnica revolucionaria y completamente ecológica se le conoce como genódica.

Melodías que consiguen acabar con la yesca de la vid

Como bien sabemos, la música actúa sobre el ánimo de las personas y de ciertos animales. Desde los años 60, varios investigadores observaron el efecto que causaban ciertas músicas sobre el crecimiento de las plantas. El doctor en física teórica y músico Jöel Sternheimer llevó a cabo cuarenta años de investigaciones sobre el tema y concluyó que:

- Los diferentes niveles organizativos de la materia (inerte o viva) están ligados por “ondas de escala” que garantizan su coherencia.

- Durante el proceso de síntesis de las proteínas, los ácidos aminados emiten secuencias de señales cuánticas que constituyen una melodía específica para cada proteína.

- Las transposiciones audibles de estas melodías pueden influir en tiempo real sobre el índice de síntesis de las proteínas a través de una forma de resonancia entre frecuencias sucesivas.

En efecto, está comprobado que la genódica potencia la producción de proteínas de defensa de la viña protegiéndola así contra diversas enfermedades. Una de las más temidas plagas de la viña es la yesca de la vid, enfermedad que lleva siglos dañando la viña sin que se halla encontrado remedio adecuado (el uso del arsenito de sodio se tuvo que desechar en 2001 por su elevada toxicidad).

Desde 2009, una centena de agricultores franceses tratan de resistir al invasor difundiendo música en la viña siguiendo el camino que abrió Sternheimer, quien consiguió patentar su método en 2007 después de 15 años de pleitos y controversias científicas. Según Sternheimer, “se observa que el encadenamiento de las frecuencias de los ácidos aminados durante el proceso de síntesis de las proteínas presenta ciertas regularidades, si reproducimos esa serie de frecuencias en un aparato de música para hacerlas audibles, el resultado resulta coherente, hay una regularidad melódica y harmónica. ” El físico llama a las melodías que crean las proteínas “proteodies”. Las melodías que suenan en los viñedos estimulan o inhiben una proteína y por lo tanto, las funciones de ciertos organismos vivos.

La música más fuerte que los pesticidas

Los trabajos de Sternheimer permiten descodificar la buena serie de notas que inhibe al famoso hongo Yesca, lo que no consiguió ningún producto químico antes. Desde 2009, la empresa Genodics comercializa esta solución patentada que hoy en día se utiliza en casi 80 viñedos franceses. Según Michel Duhamel, presidente de Genodics, “bastan siete minutos de difusión una o dos veces por día durante toda la temporada de crecimiento de la viña para frenar al hongo. Calculamos que se ha reducido la mortalidad de las viñas entre un 60% y un 64% durante el primer año de tratamiento.” El sistema también ha sido probado en huertos con reconocido éxito en el combate contra los temidos hongos.

A pesar de su demostrado éxito, el método no parece haber convencido a los organismos científicos oficiales, que lo juzgan poco serio. Muchos agricultores tampoco están preparados para asimilar este método, quizás por su carácter algo “esotérico”. Sin embargo los buenos resultados registrados prevén una progresiva adhesión a un método que se ha demostrado eficaz y que se encuadra dentro de la agricultura ecológica. La empresa va más allá y ahora están ensayando sobre las enfermedades de las ostras y para el tratamiento de cólicos mortales que sufren los lechones durante el destete.

Según comenta Joel Sternheimer, “la música produce efectos sobre el ser humano, estoy convencido de ello. Lo observé por la primera vez difundiendo la proteodia de la hemoglobina para una amiga que padecía anemia. Sintió un especial bienestar y su índice de hemoglobina aumentó.

La genódica sigue siendo una práctica confidencial, sin embargo va ganando adeptos poco a poco, especialmente entre los viticultores. Este método o disciplina inventado por Joel Sternheimer, doctor en física teórica, consiste en curar plantas e incluso animales exponiéndolos de forma regular a melodías musicales. Estas melodías, a las que llama proteoides, actúan sobre la producción de proteínas de los organismos vivos.

Fuente

Genodics


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