El mundo de Pilates y el arte de la música tienen una relación extraña. En el siguiente artículo, les recomendamos la mejor música para pilates y argumentamos los pros y los contra de utilizar música en los ejercicios.
Los movimientos dentro del sistema de Pilates tienen un ritmo inconfundible, intrínseco. Joseph Pilates pulió sus ejercicios con bailarines de danza moderna como la arcilla humana. Su florecimiento y la fluidez le trajo alegría e inspiración.
Entonces, ¿porqué resulta extraña esta relación?
Lo extraño se basa en el hecho de que el ritmo es una pieza fundamental del método pilates, que la música es inherente al carácter de los estudiantes iniciales y sin embargo, el uso de la música durante una sesión de Pilates en estos días suele ser rechazada por muchos instructores y prohibida por la mayoría de los programas de certificación.
¿Cuando fue la ruptura? ¿Cuál es el problema?
La mayoría de la discusión sobre el tema es bastante superficial. Por lo general, un “Sí” o “No” resuelven la pregunta balanceando la respuesta como si se tratara de una elección entre blanco y negro. “El” No “cita a la música como invasora y fuente de una posible distracción, y eso es todo lo que hay que hacer, y punto. En la parte del “sí” rara vez se nos ofrece algo más que un CD de New Age que dice ser perfecto para crear “un ambiente relajante” para la sesión. Se ofrece la calma con los sonidos de las campanas tibetanas y del viento o la lluvia, que en mi caso sólo sirve para ir al baño.
¿No hay término medio? Son nuestras únicas opciones el ensordecedor silencio o las “canciones de amor de Humphrey, la ballena jorobada”? Yo estoy aquí para decir: “Por supuesto que no! … Pero a veces, sí.”
Así que vamos a ensuciarnos las manos y realmente entrar en esta cuestión que inunda la red de dudas y preguntas sin responder.
Pros y contras de pilates y música:
Antes de continuar, es justo confiese mi falta de objetividad sobre el tema. Me inicié en pilates como respuesta a unos fuertes dolores musculares en la espalda provocados por la postura encurvada que siempre adopto al tocar la guitarra. Por tanto, la música es mi otra pasión, desde que me inicié en el método pilates como tratamiento, este se ha convertido más en una afición, en una estilo y forma de vida. Pero la música me ha acompañado siempre desde antes de mis inicios en esta actividad. Si tuviera que prescindir de algo, obviamente prescindiría primero de pilates que de la música.
Contras: Los pesimistas tienen puntos válidos
La mayoría de los programas de certificación no fomentan el uso de la música en una sesión de Pilates. Otros, directamente la prohíben. Su razonamiento es, en esencia correcto. Aquí están las principales razones en contra de la música:
1. Si un profesor es nuevo en la enseñanza de pilates y está tratando de mantener todo organizado en su cerebro, la música puede echar a perder su tren de pensamiento.
2. Si un cliente es nuevo en Pilates, la música puede distraer su concentración, un principio fundamental.
3. Si te encuentras está en un entorno de enseñanza, donde hay varios maestros en una sola habitación, la adición de más sonido es impensable.
4. Pilates ha evolucionado realmente. La evolución de Pilates es una cosa importante y maravillosa. Las propiedades de Pilates son tan sólidas que las comunidades médicas y de seguros están empezando a apoyar el sistema como una forma viable de rehabilitación. ¡Hurra! Con este reconocimiento espectacular y merecida, muchos en la profesión quieren alimentar esta evaluación. Por lo tanto, alentar a nuevos instructores a “bailar” no es ciertamente parte de esta nueva evolución y esplendor.
Todos estos puntos son verdaderos y son expuestos con la mayor de las buenas intenciones … pero no son una verdad universal.
Pros: La fluidez de la anomalíaDe los principios tradicionales de Pilates, la “fluidez” es mi favorito. Los otros (concentración, respiración, centro, control, precisión) son esenciales en la obtención del orden de los ejercicios y son inculcados en nuestra mente y cuerpo.
Sin embargo, la “fluidez” es el punto donde los ejercicios trascienden. Cuando todos los demás principios están en su lugar, entonces y sólo entonces, es cuando vamos al ritmo, como en una canción con sus diferentes altos y bajos pero alineada en armonía.
Aquí es donde yo quiero romper filas. La música tiene la capacidad de humanizar la precisión mecánica de la obra.
Si tienes un par de años de experiencia a tus espaldas, si estas solo en el estudio con tu cliente, si el cliente está pagando las clases de su bolsillo en lugar de ser financiadas por el seguro, si es experimentado y está familiarizado con los ejercicios que han estado trabajado durante varias sesiones es posible que él esté preparado para el próximo nivel… soltarse con un poco de música! Hacerle sentir la alegría y la fluidez del método pilates.
Hay profesores que no se han planteado este reto ni una sola vez y desconocen la cara de satisfacción cuando se le dice al cliente que va a hacer los mismo ejercicios con música. Y es que la naturaleza humana y el ritmo de la música van de la mano desde que íbamos en tapa rabos.
Así que ahora que te he hecho llegar a mi punto de vista, y si te he convencido y quieres continuar leyendo, te voy a dar una serie de recomendaciones que encontré en la red sobre la utilización de música en pilates.
Consejos sobre la utilización de Música para Pilates:
1. Mantente alejado de la música con mucho canto. Letras que, en efecto, te distraerán a ti y al cliente. Tus instrucciones se verán confundidas con las letras de la canción. Bob Dylan es un genio, pero “Like a Rolling Stone” es terrible para Pilates.
2. Asegúrese de que la música tiene “groove” o “swing”. El ritmo de la clase y el de la música deben fluir de manera uniforme. La banda de rock canadiense, Rush demuestra una destreza musical con cambios bastante rápidos pero estos pueden derivar hacia un ritmo de clase demasiado forzado.
3. Conocer la música que se va usar. Los clientes deben conocer la música que van a escuchar durante las clases. No queremos que pongan atención en ella, es mejor que escuchen algo que ya conozcan, que les emocione en un principio pero que no les desvíe de la atención dencesaria para seguir el ritmo de la clase.
4. Conozca a su público. Sólo porque a ti te guste el nuevo álbum de Lady Gaga, no quiere decir que a tu cliente de 70 años de edad le vaya a gustar la misma música, se trata de evocar el arte del cliente, no el tuyo propio.
En lo que se refiere a los diferentes tipos de música para usar en una clase de pilates, aquí van algunas sugerencias:
Música clásica
Cuando selecciono una pieza clásica, por lo general me baso en dos criterios: canciones de solistas y piezas de Bach. Las actuaciones de solistas suelen ser bastante simples mientras refuerzan la belleza de los ejercicios. Es como un dueto entre la música y el cliente, mientras el instructor y el pilates hacen el papel de conductor. Bach es mi elección favorita por que sus lineas y su ritmo son claros, las variaciones en sus composiciones son pura genialidad y extraordinariamente bellas.
Jazz
Sigo las mismas pautas que en la música clasica en lo referente a elegir una artista en solitario. El Jazz puede llegar a ser bastante caótico y hacer que te levantes del sofá con bastante facilidad. Pero en este caso reclamamos concentración y esto no nos sirve. La guitarra de Joe Pass es ideal para una sesión de pilates. Busca sus actuaciones en solitario en youtube. Si dispones del navegador Firefox, inclusive puedes descargartelas en formato mp3 y usarlas en tus clases.
Trip Hop
Aquí es donde empezamos a recoger el tempo de los alumnos más aventureros y profesionales de Pilates. El Trip Hop se considera un down-tempo de la música electrónica con fuertes influencias de hip-hop. También se le llama Acid Jazz. La música tiene todo tipo de actitud con tonos de funky y bombos. Mi impresión es que esta mezcla no es para todos, pero la gente a la que le guste realmente lo apreciará.
House Music
House es una variación adorable de la música techno que traduciría como pura alegría. Tiene un ritmo constante, característica conocida como los “cuatro en el suelo”, que realmente mantiene a tu cliente en el punto. No obstante no es recomendable para principiantes y si lo intentas, que es recomendable más para una clase de viernes que de un lunes.
Siguiendo con una conclusión final
La música en el estudio de Pilates no es una pregunta con una respuesta clara. Se trata de una cuestión subjetiva sobre la cual tendrán que tomar una decisión acordada entre el instructor y el alumno.
Pero este artículo no es el final de la historia. Obviamente, para los que prefieren la música, hay un sinnúmero de recomendaciones para acompañar su clase de pilates. Si hay algún disco que te guste, por favor, házmelo saber dejando tu comentario. Para aquellos que no les gusta usar música durante sus clases de pilates, pueden también argumentar a través de los comentarios.
De lo que estoy seguro, es de que la música ayuda a los humanos a sentir emociones. También estoy seguro de que el método Pilates puede ser una salida emocional positiva, por lo tanto, los escritos de Joseph Pilates en la Reincorporación a la Vida van en ese camino.
Sé que la música existe en todas las culturas y civilizaciones de las que tenemos constancia ya que operamos con el ritmo por el cual la sangre es bombeada desde el corazón.
También entiendo la importancia de los principios de concentración y la diversidad que existe entre los alumnos de pilates. Pero al final del día, cuando los clientes han dejado el estudio, mis profesores se han ido, y yo quiero tener mi tiempo de juego con las máquinas, puedes apostar que voy a subir el volumen de la música y voy a poner una sonrisa en mi cara, para seguidamente empezar mi propio entrenamiento.
Les propongo esta pieza de Bach:
publicado el 11 enero a las 14:14
Muchísimas gracias por tomarte tu tiempo!!