Mes de julio del 2010, en un lugar cualquiera de la geografía española. La tarde empieza a despedirse pero el sol se niega a desaparecer y golpea con toda su fuerza sobre las sudorosas cabezas de quienes han salido a su encuentro. No hay sombra, abanico o refresco que consiga combatir el calor y los trigales, mirando hacia el sur, parecen dispuestos a empezar a arder en cualquier momento. A lo lejos se escuchan los gritos de los niños en la piscina, el incesable rugido de los oxidados pulmones de un tractor y el rumor de una veintena de japoneses con sombrero armados con cámaras fotográficas. A pesar de que da la sensación de que en la calle no queda aire por respirar, enciendo un cigarro y me siento bajo la sombra de mi árbol favorito para morirme poco a poco, y mientras el verano va pasando delante de mí, cierro los ojos y empiezo a escuchar acordes que se clavan en mi cerebro como alfileres atrapándome en un sueño del que apenas puedo salir. Pasados unos minutos, vuelvo a abrir los ojos y compruebo que todo ha sido real, incluso la colilla del cigarro que ahora quema mis dedos... Dios mío, adoro lo bien que suena el verano...
"Adelante Bonaparte", Standstill
"Awake my soul", Mumford & Sons
"Will it grow", Jakob Dylan