Música que descubre espacios nocturnos

El diálogo improvisado de la música con los cuerpos. Gente que habla, ríe, llora, camina, corre, salta, se sienta, que respira con el sonido envolvente de la diversión de la algarabía.
Músicos para amenizar las calles, plazas, para reirse desenfrenadamente en una fiesta de colores. Música para expresar y proponer el diálogo del cuerpo. Jugar a ser máquinas llenas de ritmos, de armonía y compases. Cuerpos que salen de su cajón, se desarticulan, y descubren nuevas fisonomías.
Cuando la música y el cuerpo dejan paso a la improvisación, la magia toma forma y se crean nuevos esqueletos, nuevas sensaciones, y nuevos sueños. Creando fans dentro y fuera de casa, para llevárselos de calle.
Bravo a estos músicos por hacernos partícipes de su alegría, jovialidad y frescura en la Fira de Tárrega.