La recuperación postquirúrgica para los pacientes es un proceso en el que el dolor juega un papel muy importante. Toda ayuda para reducir, calmar o controlar la sensación de dolor es bienvenida, y la literatura científica ha publicado muchos artículos al respecto. De hecho, hace años ya hablamos del papel de los "souvenirs" en los pacientes operados de microdisquectomía lumbar por una hernia de disco, ya que cuando se les entregaba un recuerdo de la operación (un trocito del disco retirado dentro de un bote en una solución salina) sentían menos dolor postquirúrgico.
Otro factor que ayuda a reducir el dolor es la música. La reciente revisión sistemática publicada en The Lancet ("Music as an aid for postoperative recovery in adults: a systematic review and meta-analysis") es muy clara: la música ayuda a la recuperación de pacientes sometidos a una intervención quirúrgica (menos dolor, ansiedad y uso de analgesia). No se trata de una gran reducción pero al menos la forma de obtenerla es bastante sencilla y barata. Además, en los estudios revisados hay mucha variedad: cuando, como, tipo de música, etc.
Una de las autoras de la revisión señalaba en una entrevista a BBC News que el disco "Dark side of the moon" (Pink Floyd) la había ayudado a a recuperarse tras una cirugía de cadera. Incluso algunos estudios hablan de que es útil que la música ya esté presente durante la propia intervención. La evidencia acompaña a la música: la Cochrane atribuye a la música la capacidad de ayudar (modestamente) a reducir el dolor, y también de disminuir la ansiedad de pacientes con ventilación mecánica. Además, los estudios sobre los efectos de la música durante la intervención son bastante positivos, aunque en ocasiones no sean muy robustos (como señalan las revisiones Cochrane).Pero ¿qué opinan los profesionales sanitarios? La verdad es que la música en el quirófano es algo bastante habitual. Ya en 1914, Evan Kane publicó una carta en JAMA titulada "Phonograph in operating room" en la que decía: "For some time I have been employing a phonograph in my operating-room as a means of calming and distracting my patients from the horror of the situation when going under the anesthetic and during operations performed partially or entirely with local anesthesia". También el BMJ publicó en su habitual número navideño un artículo sobre la música en el quirófano, que fue comentado en muchos medios de comunicación (como El Mundo) y que generó un amplio debate sobre las canciones que mejor funcionaban.Además de la opinión de los profesionales (que si ponen música, será porque les parece algo positivo), hay diversos estudios sobre como afecta realmente la música al equipo humano en el quirófano. El artículo más reciente, publicado en el Journal of Advanced Nursing, apunta a problemas de comunicación y concentración (dado que la música dificultaba la escucha) tras revisar las grabaciones en vídeo de 20 operaciones en dos quirófanos diferentes. De hecho, la música provocó que se superaran los umbrales de ruido que recomienda la OMS para los quirófanos. Estas conclusiones fueron apuntadas en otros estudios, como en este del año 1997.Sin embargo, hay artículos que avalan el uso de la música en el quirófano dado que ayuda a que los profesionales trabajen de forma relajada, además de crear un buen ambiente de trabajo. Lógicamente, el sentido común debería ayudar a la selección musical y así se deberían evitar canciones muy machaconas (¡no al reggaeton!), por ejemplo. ¿Qué opinas sobre este tema? En un 60% de los quirófanos se utiliza la música, pero ¿es realmente molesta? ¿se comenta previamente por si alguien no quiere? ¿quien la elige? Y si no hay música, ¿se cumplen las recomendaciones sobre ruido en el quirófano?