Visitar la Gran Muralla China es uno de los principales objetivos de cualquier persona que viaja a Beijing por primera vez, independientemente de que sea nacional o extranjero. Todo el mundo quiere ver la gran obra defensiva, una joya arquitectónica cuya construcción duró 2700 años, desde el Período de los Reinos Combatientes hasta la Dinastía Ming y que se extiende surfeando montañas, desiertos y valles. Y esto significa que con toda seguridad no estaremos solos ante tal maravilla, especialmente en la época alta del turismo interior. Lógicamente, visitar la Gran Muralla consiste en visitar un pequeño tramo de sus miles de kilómetros. Y, sinceramente, no sé cuántos miles son porqué las cifras varían según las fuentes consultadas y dependiendo de si se añaden o no los tramos secundarios. Según wikipedia, si se cuentan sus ramificaciones y construcciones secundarias suman 21.196 km. Según otras fuentes, si se enlazaran las murallas edificadas en distintos períodos medirían 50.000 km, suficientes para dar doce vueltas a la Tierra. Locierto es que muchos de esos tramos ya no existen y las ruinas que han sobrevivido se reparten entre varias provincias, desde Shanhaiguan en el este, hasta el lago Lop en el oeste, formando un arco que perfila el borde sur de Mongolia.
Se utilizaron los materiales que estaban disponibles en cada lugar, ya fuera piedra caliza o granito, por ese motivo algunos trozos ya no existen mientras que otros han perdurado en el tiempo. Los tramos que mejor han resistido son los construidos durante la dinastía Ming, ya que utilizaron materiales de construcción más fuertes que en épocas anteriores. Consistía en un muro de arcilla y arena cubierto con varias paredes de ladrillo, lo que la hizo muy resistente. La dinastía Ming fue la última en levantar la Gran Murallay las obras de construcción se efectuaron sin parar durante 200 años. Bajo los Han y Ming se construyeron más de 5000km de muralla ladrillo a ladrillo.
Pero no sólo las guerras y la erosión han jugado una mala pasada a la Gran Muralla sino también el efecto del hombre, ya sea en la utilización de sus materiales para construir viviendas o carreteras o simples actos vandálicos. En 1961 el Gobierno de China adoptó una serie de medidas para preservarla y emprendió obras de restauración de algunos sectores. Posteriormente, en 1987, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO lo que garantiza en principio una mayor protección y mantenimiento.El tramo de Gran Muralla más cercano a Beijing y, por tanto, el más visitado es el de Badaling. A la hora de escoger y dejándonos siempre aconsejar por anteriores viajeros nos decidimos por Mutianyu. Aunque está también restaurado y cómo no, enfocado de cara al turismo (donde hay negocio, los chinos ahí están) parece ser que no está tan masificado como Badaling. La opción de recorrer el segmento de Simatai a Jingshanling estaba descartada desde un inicio ya que se encuentra aun cerrado por obras de acondicionamiento.Así pues, decidido que iríamos a Mutianyu. Se encuentra a 85 km al norte de Beijing, en el Distrito de Huairou y las opciones para llegar hasta allí son varias, aunque no hay tantas facilidades como para viajar a Badaling.
Como casi siempre, nos apetecía ir a nuestro aire, de todas formas indico las distintas posibilidades que barajamos antes de ir:CÓMO LLEGAR A MUTIANYU:
1.- Si uno no tiene claro cómo llegar hasta la Gran Muralla, no hay que preocuparse, sólo hay que dejarse caer por los alrededores de la Plaza Tiananmeny decenas de jóvenes, muchos de ellos chapurreando bien el inglés, ofrecen su tarjeta con el nombre, teléfono y la agencia para la que trabajan a comisión. Las palabras que más se oyen son “Great Wall, Badaling, Mutianyu, Great Wall, Great Wall…”. Dejarse convencer por algún guía de los que rondan la Plaza Tiananmen y apuntarse a un tour organizado es una posible opción para los que no se atrevan a ir por cuenta propia. Normalmente entra sólo el transporte y la entrada (a veces la comida) y dejan un par o tres de horas para visitar la Gran Muralla. ¡Peligro!: Que el tour incluya paradas de shopping que tanto gusta a los chinos y se pase más tiempo en las tiendas que en la Gran Muralla.Si se escoge esta opción enterarse bien de cómo funciona el tour.
2.- Contratar una excursión en el mismo hotel. Es igual que el caso anterior porqué seguramente acabarás en manos de un tour operador. Informarse bien de las condiciones.
3.- Contratar taxi o transporte privado. Normalmente no se pone límite de tiempo y regateando puede salir por 500 – 700 CNY con el tiempo de espera incluido. Puede estudiarse la opción a partir de cuatro personas, de lo contrario opino que, aunque cómodo, sale caro.
4.- Si la excursión es en fin de semana, de abril a octubre sale un bus turístico (privado) de Arrow Tower en Qiamen o Xuanwumen. Sale a las 7:30 y este verano costaba 95 CNY, con el precio de la entrada incluido. Dejan tres horas libres y el regreso es a las 13:30 llegando a Beijing alrededor de las 15:30.Lo organiza la compañía Beijing Hub of Tour Dispatch y tienen oficinas de venta de entradas en la Plaza Tiananmeny en Xuanwumen. La excursión se hace con un mínimo de 15 personas. Teóricamente se puede hacer la reserva vía e-mail y como nosotros fuimos en sábado (si es posible aconsejo no ir en fin de semana) estudié la posibilidad ya que el precio me pareció correcto. Envié dos e-mails que nunca tuvieron respuesta. Por si alguien quiere probarlo, el contacto es [email protected]
5.- En el autobús turístico nº 867 (936) que se coge en Dongzhimen. Va directamente a Mutianyu y tarda unas 2.5 horas. Sale a las 7:00 y a las 8:30 y regresa a las 14:00 y 16:00. Este bus está sólo disponible durante temporada alta, de marzo a mitad de noviembre y cuesta 16 CNY por persona el viaje sencillo, con un descuento si se tiene la Beijing Transportation Smart Card.
6.- En autobús de línea nº 916 ó 916 exprés que salen de la Terminal Dongzhimen Transport Hub hasta Huairou (60-70minutos). El horario es de 6:30 a 20 horas. Ya en la ciudad de Huairou, bajar en la plaza Mingzhu donde se encuentra el Huairou International Conference Center y desde aquí salen mini buses hasta Mutianyu (unos 30-45 minutos de trayecto) con un precio de 40 CNY por persona. Este último tramo de Huairou a Mutianyu se puede negociar también con algún taxista de los que merodean alrededor de la parada de autobús.
Y ahora os cuento cómo llegamos nosotros a Mutianyu. Nuestra idea era coger el bus nº 867 de las 7 de la mañana, directos a la Gran Muralla sin parar en Huairou. Cogimos el metro y bajamos en Dongzhimen que conecta con la enorme estación de autobuses sin necesidad de salir al exterior. Enseguida se nos acercó una mujer preguntando si necesitábamos ayuda pero ni ella ni en las oficinas que preguntamos sabían nada acerca del bus 867. Ya llevábamos unos días en China y habíamos tardado poco en comprender que no hay que empecinarse en hacer algo sí o sí y que siempre es mejor tener preparado el plan B. Por tanto, sin perder el tiempo en buscar el 867 turístico nos dirigimos a la parada del 916 (916 exprés). La cola era larguísima (en China las colas siempre son largas) pero no hay que alarmarse porqué los buses una vez llenos, salen y ya está el siguiente esperando para volverse a llenar. Pagamos la módica cantidad de 11 CNY por persona y el acompañante (todos los autobuses llevan un acompañante del chófer que dirige y controla un poco la situación) nos intenta decir que ya nos avisará cuando lleguemos a Huairou y nos toque bajar. El autobús iba lleno hasta los topes y éramos los únicos no chinos. Se aprovecha muy bien el espacio ya que cada fila consta de tres asientos, pasillo y dos asientos más. Aunque un poco justitos, se estaba a gusto con el aire acondicionado y dormimos como tres lirones a pesar del griterío. Llegamos a Huairou y el chico de la compañía de autobuses nos indicó que ya habíamos llegado a destino. Cuál fue nuestra sorpresa cuando vemos que él también baja con nosotros y se ofrece para llevarnos hasta Mutianyu. Justo en la parada de autobús tiene aparcado su coche, nos comenta que ya ha acabado el servicio del día y si queremos puede llevarnos hasta la Gran Muralla. Teniendo en cuenta que el mini bus cobra 40 CNY por persona y trayecto y él nos pedía 50 CNY, aceptamos su propuesta sin regatear. El tío nos cayó bien, era amable y hablaba un poco de inglés, con lo que tuvimos un trayecto la mar de divertido intentando comunicarnos. Nos esperaría el rato que hiciera falta, ningún problema por su parte. No nos pidió el dinero del trayecto de ida por lo que segurísimo lo tendríamos esperando para la vuelta. Como el que nada se sacó 300 CNY en pocas horas que igual ni los cobra durante todo el mes trabajando en el autobús. La ciudad de Huairou es relativamente grande pero cuando nos alejamos un poco el paisaje cambia radicalmente. Es todo extremadamente verde con abundancia de árboles frutales, especialmente albaricoques, melocotones y cerezas. Y cómo nos reímos intentando que nuestro amigo pronunciara “melocotón” o “albaricoque”! De verdad que el trayecto mereció la pena.Cuando llegamos a Mutianyu encontramos más gente de la que esperábamos, posiblemente por ser sábado la afluencia es mayor ya que muchas familias de Beijing aprovechan para hacer la excursión.
PRECIOS VISITA:
La visita a la Gran Muralla cuesta 45 CNY por persona (25 CNY a nuestra hija con el carnet de la Universidad).Se puede subir andando hasta la muralla pero nos reservamos las energías para recorrerla y buscamos otra de las dos alternativas. Hay dos empresas que se reparten el pastel: Una de ellas gestiona el telecabina con el cual se puede subir y bajar (torre nº 14) y la otra compañía gestiona el telesilla con la posibilidad de bajar con el mismo telesilla o con un divertido tobogán (torre nº 6). Escogemos esta última propuesta y compramos el ticket de ida y vuelta (80 CNY por persona).
Telesilla
Panorama desde el telesilla (abajo se divisa ligeramente el tobogán)
Hay multitud de paradas donde venden fruta, helados, refrescos o souvenirs, incluso hacen una especie de crêpes que no están nada mal. Compramos agua y fruta (deliciosas las cerezas aunque a precio de guiri) y nos dirigimos a la estación del telesilla para subir por fin a la Gran Muralla. A medida que íbamos subiendo también iba subiendo mi estado de ánimo porqué el paisaje es magnífico. Montañas y más montañas hasta donde alcanza la vista y la Gran Muralla allí delante, impresionante. Su perfil serpenteando con sus espléndidas torres de defensa es una de aquellas imágenes que ya quedaran grabadas en la carpeta de mis mejores recuerdos viajeros.
Al fondo a la izquierda se puede ver la estación del telecabina
Empezamos a caminar desde la torre número 6 (llegada del telesilla) hasta la torre número 14 donde se encuentra la estación del telecabina para hacer luego el camino a la inversa, en total unos cuatro kilómetros. Es una corta distancia pero nos hartamos de subir y bajar escaleras empinadas y pendientes más empinadas, eso sí, todo en medio de un escenario incomparable.
El sol apretaba con fuerza, menos mal que a cada pocos metros se encuentra una torre de defensa donde poder hacer un descanso y aprovechar la fresca temperatura de su interior. A lo largo del trayecto hay vendedores de agua, refrescos, sombrillas ….
El descenso en tobogán es divertido y uno mismo puede regular la velocidad con la palanca del freno. Delante iba nuestra hija Patrícia que bajó muy despacio, por lo que los que íbamos detrás tuvimos que ir a su ritmo. En seguida nos localizó nuestro amigo que nos llevó de nuevo a Huairou desde donde cogimos el autobús de regreso a Beijing.
Tobogán de descenso