

Y si quien cerraría programa tuvo pronto el muy honorable título de Sir, de Caballero, esta vez todos los protagonistas, incluido el heróico bombero, deberían tener ese rango porque además de memorable y emotivo, supuso el reencuentro con el buen hacer desde la elección de las propias obras, poco programadas manteniendo la apuesta por aunar tradición y modernidad desde la variación, en el amplio sentido de la palabra y más allá de la forma musical.



