Pues los juegos ya cumplían con funciones didácticas, no solo de diversión infantil, sino que los pueblos antiguos, veían en ellos una función socioeducadora para las nuevas generaciones. Aunque obviamente, no podemos hablar de muñecas de plástico o carritos de madera, mas bien habría que hablar de muñecas de barro o trapo, "figuras de ac
ción" y animales rodantes.Las niñas, desde siempre y en prácticamente todo el mundo, han jugado con muñecas, sea para jugar a "ser mamás" o "a ser damas importantes", y en las muñecas se preparaban a ser futuras mujeres de bien y ser madres, ante todo. En Grecia y la cuenca mediterránea se han encontrado muñecas de barro, con mecanismos para que ésta pudiera "sentarse" o doblar los brazos. Estas muñecas eran ofrendadas a la diosa Artemisa, en un rito específico cuando las niñas llegaban a la adolescencia, dando gracias a la divinidad por ello.
Los niños en cambio, aunque los automóviles no existían antes del siglo XX, y menos de la Era antecristiana, lo más parecido serían las figuras de "animales con ruedas". Fueran de madera o barro, estos curiosos juguetes podían ser caballos, perros o jaguares. Así como hubieron estos juguetes en Egipto, China, etc., también los había en el Nuevo Mundo, a pesar de que en América nunca se usó la rueda en forma práctica. No es que no hubieran tenido la visión de usar la rueda, y la hubieran limitado a juguetes, sino que en América no habían animales de carga (caballos, toros, asnos), a diferencia de Europa y Asia, donde sí los había.También habían soldaditos de madera, ya eran populares, puesto que se veía en la figura guerrera, un ideal masculino y heroico, para el pueblo o nación. Obviamente, estos cambiaron progresivamente, según el tiempo y lugar, de la misma forma que con las muñecas femeninas. Aún así, es sorprendente que juguetes como las canicas, hayan persistido sin mas variación que se hechura. Igual ya se podían encontrar entre niños egipcios, que babilonios, griegos y romanos, y la función del juego era prácticamente el mismo.
Con los avances científicos que se sucedieron a lo largo de los últimos siglos, hizo que incluso los juguetes y las diversiones infantiles cambiaran, al grado de llegar a una época electrónica, donde los juguetes ya no son de madera, sino electrónicos (videojuegos, carritos eléctricos), y las muñecas ya visten como señoritas modernas o son bebés que "hablan, comen y hasta defecan".