Revista América Latina

Benito Juárez: de campesino a presidente - I

Por Miguelo87

Benito Pablo Juárez García, mejor conocido como Benito Juárez, es quizá el presidente mejor recordado de la Historia de México; aunque también, es el mejor ejemplo de como la Historia es trastornada para hacer la "Historia de bronce". Cosa que lleva a tener una idea falseada de la Historia de alguien o de algún pueblo, porque se ve a esa persona como una héroe de película o protagonista de alguna telenovela, y a sus enemigos como los mavados o los villanos, cuando la realidad no es esa.


Ciertamente Benito Juárez ha sido un ejemplo de superación, en una época en que los indígenas como él no aspiraban mas que a empujar el arado, él llegó a ser presidente de México, y uno de los mejor recordados. Nació el 21 de marzo de 1806, en San Pablo Guelatao (hoy Guelatao de Juárez), en la entonces intendencia novohispana de Antequera de Oaxaca. Según el mismo Juárez lo cuenta "Tuve la desgracia de no haber conocido a mis padres, indios de la raza primitiva del país, porque apenas yo tenía 3 años cuando murieron habiendo quedado con mis hermanas al cuidado de nuestros abuelos paternos, indios también de la nación zapoteca. A los pocos años murieron y yo quedé bajo la tutela de mi tío Bernardino Juárez."*

En su infancia hasta los doce años, se dedicó a las labores del campo y en ocasiones su tío le enseñaba castellano, y haciéndole ver lo útil que era conocerlo. Como en esos tiempos, cuando Benito contaba con 12 años (1818), la única opción de carrera destacable para los indígenas era la eclesiástica, don Bernardino deseaba que Benito estudiara para ordenarse sacerdote, pero por alguna u otra razón, esas pretensiones se veían frustradas. Pero Juárez, al ver que nada conseguía con quedarse en su tierra, una tierra poco poblada, todos hablaban solo zapoteco y no había una sola escuela, decidió ir a la ciudad de Oaxaca. Sin embargo, él mismo señala que fueron sus sentimientos hacía su familia y su tierra, así como el temor a una "sociedad nueva y desconocida"* la que de algún modo le hacían dudar en irse a la ciudad. Hasta que finalmente el 17 de diciembre de 1818, su valor pudo más y se fugó de su casa y a pié se dirigió a Oaxaca, llegando a alojarse a la casa de don Antonio Maza donde una de sus hermanas trabajaba como cocinera.
Al principio acompañó a su hermana en las labores de la casa de los Maza, pero después fue acogido por don Antonio Salanueva, un franciscano devoto, de quien se hizo muy amigo y lo mandó a la escuela para formalizar su educación, corría el año de 1819. Ya que la educación de don Benito Juárez se dio en una época en que México pasaba de ser parte del Imperio español a nación independiente, la educación aún era supervisada por la Iglesia, por lo que entre otras cosas, su educación fue en gran parte religiosa: Derecho canónico, latín, filosofía, teología. Pero como los estudios eclesiásticos le aburrían, se decidió a estudiar derecho, pese a la oposición de don Antonio, recibiéndose como licenciado en 1834 y por algún tiempo, ayudando jurídicamente a otros indígenas*.
Cabe señalar que en el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, donde estudió la jurisprudencia, varios de sus profesores eran masones, aunque es de destacar que Benito Juárez sobresalió en el uso del latín; también aprendió francés e inglés, conociendo en total cinco idiomas: zapoteco, español, latín, francés e inglés.
Su carrera política empezó siendo elegido regidor del Ayuntamiento de Oaxaca en 1832, de ahí Ministro Suplente de la Corte de Justicia de Oaxaca, en ese mismo año; diputado del Congreso estatal en 1833, así como otros nombramientos en su entidad entre 1834 y 1858.
Continua...
* Juárez, Benito. Apuntes para mis hijos. México, ¿1857?


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