Cereso

Mas de uno al ver que escribo cereso ya empezará a decir que si el mexiñol ya se está mexicanizando una barbaridad, y anda metiendo la pata hasta la rabadilla, porque cambió una "zeta" por una "ese". Pero si te digo que el cereso es una cárcel, a mas de uno le puede hacer un cortocircuito en el cerebro (como me sucedió a mi cuando lo oí por primera vez), porque a ver que coño tienen que ver las cerezas con las cárceles... será porque albergan cerezas podridas???, será por que las cárceles tienen muchos árboles???... sera el sereno que se ha dormido???.... nada, basta de andar adivinando chorradas y déjame explicar como es el asunto.
Para empezar os comentaré que en México, aunque se reconoce que una cárcel es una cárcel, lo mas habitual es llamarles por su nombre oficial. Este nombre oficial se les dio a estos centros pensando en que eso de cárcel suena mas bien como a venganza o a castigo por algo malo que hicieron; sin embargo la idea de las prisiones es el rehabilitar a las personas que cometieron algún delito para que se puedan reintegrar en la sociedad, como personas civilizadas (ejem, cof, cof).
Por lo anterior se decidió cambiar el nombre tan vulgar y corriente de "cárcel", por el mas elegante término de "CEntro de REinserción SOcial", pero para hacerlo mas corto, se le dice CE.RE.SO.
Cabe aclarar que hay dos tipos de CERESOs, están los cereso normales y corrientes, y están los CE.FE.RE.SO, que son CEntros FEderales de REinserción SOcial. La diferencia entre unos y otros es que los primeros son controlados por los estados, y los segundos por el gobierno federal. O lo que es lo mismo, cárceles para presos que cometieron delitos menores como robos, o tráfico de droga a pequeña escala, o cárceles para delitos mas gordos, como los asesintatos masivos o tráfico de grandes cantidades de droga.
De todos modos, os aseguro que aunque el nombre es muy bonito, tengo entendido que estos "ceresos" nada tienen que ver con las cárceles que vemos en la tele que nos pasan en gachupilandia, que el otro día me enteré que por culpa de la crisis les van a quitar la piscina climatizada y la televisión de plasma (pobrecicos ellos). Tampoco deben ser el extremo de mazmorras medievales de tortura, sino mas bien una cosa intermedia.
Ahora, que también ,con la que nos está cayendo actualmente en México con el tema de la inseguridad, la policía anda pillando un día sí y otro también un montón de "malitos" (nombre coloquial dado a los narcos y sus secuaces) que terminan en chirona. Al ser "malitos", de acuerdo a la ley deben ir a los cefereso, pero ante tanta afluencia e inquilinos, en estos ceferesos ya acomodan gente hasta en el cuarto las escobas, y como no hay presupuesto para construir nuevos, lo que se hace es mandar a los reclusos "sobrantes" a los CERESO normales.
Esto crea un problema, porque aunque lógicamente CERESOs hay mas, también están saturados. Y si a ello le agregas que por lo general estos cereso están pensados para reclusos de una peligrosidad inferior, su nivel de seguridad también lo es. Por lo tanto no es de extrañar que de vez en cuando se oye que de una cárcel de México salieron por la puerta 47 personas, incluyendo a algún vigilante que se fue con ellos.
En estos casos lo que suele ocurrir es que todo es orquestado por alguna banda criminal con mucho poder y sobre todo mucha pasta como para rescatar a algunos de sus colegas, y ya aprovechando el viaje reclutan a nuevos "partidarios de su misión", que puede ser algún ladronzuelo de poca monta, o incluso los propios guardianes, que tentados a ganar en un día lo que ganan como guardias en un mes, deciden unirse a estas bandas.
Con lo anterior se suele decir que los CERESO son las universidades del crimen, y aunque nunca he estado en uno (a lo mas he pasado por la calle de atrás) puedo hacer como de costumbre, contar las cosas por lo que me dijo el primo del hermano de un vecino, o en este caso un currito de Pelotillas Ombligueras que sí se pasó 15 días de visita en un cereso por andar de borrachín. El tío comentaba que eso era un despelote, vamos, que hasta los del telepizza llegaban directo hasta la celda para entregar la pizza en 30 minutos y caliente, y que algunos de los mas peligros reclusos se iban a ver el partido de fúrbol el domingo y volvían en la noche para dormir.
En fin, que en esos oscuros mundos es mejor no meterse, y aunque debemos estar alejados, es mejor conocer algo para precisamente eso, mantenernos alejados.

Revista América Latina

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