En todos lados el fútbol levanta muchas pasiones, pero hay ciertos partidos que se viven con especial intensidad, como un Real Madrid-FC Barcelona. Luego en algunas regiones suelen celebrarse partidos que, aunque al resto de afición les importe un bledo, para los seguidores de esos equipos tienen un significado especial, como puede ser un Betis-Sevilla. En México existen igualmente varios de estos partidos llamados derby, pero aquí bautizados con el mas hispano nombre de "clásico".
El clásico de clásicos mexicano es el disputado entre las Chivas (Guadalajara) y el América (Cd. de México). Ya que son los dos equipos con mayor número de seguidores por todo el país. Pero en esta ocasión hablaremos del protagonizado por los dos equipos de Monterrey, los Tigres y los Rayados.
Al iniciar este comentario hablaba del Sevilla-Betis porque en México el "clásico norteño" o "clásico regiomontano" es considerado de similares características, ya que los que saben de la materia dicen que la afición de esta ciudad es la mejor del país, igual que sucede en Sevilla. Cuando alguien entra a trabajar a una empresa o se integra a un nuevo grupo de colegas, muchas veces una de las primeras preguntas que surgen es ¿Le vas a Tigres o a Rayados?. (Aquí no es que "seas" de uno u otro equipo sino que "le vas" a tal equipo). Cada equipo tiene su estadio con capacidad para unos 40mil aficionados, y cabe decir que prácticamente un fin de semana si y el otro también, casi no queda una butaca disponible. El estadio de los tigres es el "Estadio Universitario" mas conocido como "el volcán". El estadio de los rayados es el "Estadio Tecnológico", mejor conocido como "el tec", aunque los Rayados ya andan viendo para que les construyan uno nuevo. Como es lógico los de la liga mexicana de Fútbol programan los encuentros para que no haya partido en los dos estadios el mismo fin de semana.
Como decía, en esta ciudad el fútbol se vive, con especial emoción. Casi todos los habitantes son seguidores de uno u otro equipo. Es muy común que el fin de semana salgan de paseo o al supermercado vistiendo la camiseta de su equipo, hay camisetas tanto para adultos como para niños, o ropa para recién nacidos con los logotipos y colores de los dos equipos locales. Pero como no todo son camisetas, en las tiendas puedes encontrar souvenirs de todo tipo alusivos a los equipos, tazas, llaveros, bicicletas, fundas para el volante del coche, gorras o incluso ropa para las mascotas; puedes conseguir desde el collar hasta un jersey con los colores oficiales de los equipos y por supuesto, pegatas pal coche o ventana. Lo de las pegatinas es muy común, casi todos los coches están coches engalanados con pegatinas alusivas al equipo de preferencia del conductor. Puede ser simplemente el escudo del equipo, unas donde ponen algún texto que indica que el pertenecer a tal equipo es lo mejor del mundo, o que saben que el resto de mortales le envidian por ser de ese equipo. Los hay que tienen una pegatina de Calvin (el de los TBO`s gringos) vestido con los colores de uno de los equipos meándose sobre el escudo del otro. Otros que sacan banderines para poner enganchadas en las ventanas de los coches y que ondeen al viento mientras van circulando, aunque nunca falta los apasionados de verdad que pintan el coche completo con los colores de su equipo. Pero yo creo que los aficionados que para mi gusto llevan el fanatismo al extremo son aquellos que se decantan por pintar su habitación o incluso la fachada completa de casa con los colores del equipo.
Ya entrando en materia futboleril, comentar que los días en que se aproxima un "clásico" todos empiezan a hablar del partido y hacen apuestas del resultado que se obtendrá. Esta rivalidad entre los equipo sin embargo rara vez es manifestada con violencia, hombre, nunca falta el descerebrado que se lía a golpes hasta con el espejo, pero es raro. Lo mas habitual es que veas a grupos de colegas con camiseta de uno y otro equipo viendo juntos el encuentro. Algunos, como decía antes, hacen apuestas sobre el resultado; el perdedor tendrá que pagar las cervezas, cortarse el pelo al cero, o regalar la camiseta de su equipo al oponente para que este la use para limpiar el coche. Otras veces los novietes resultan ser aficionados a diferente equipo y van con gusto al estadio a disfrutar el partido, en estos casos la apuesta será que al terminar el partido se van al mote l y el que ganó decide la postura a utilizar.
A la hora del encuentro la ciudad queda casi paralizada. Los que no pudieron ir al estadio no quieren resignarse a perderse el encuentro, pero ya sabemos como es esto del deporte, las televisoras y los derechos de autor, ninguna retransmite el partido en señal abierta. Si quieres verlo tienes que acogerte al famoso pago por ver. Si no tienes pasta para contratar el partido, o tu proveedor de señal de televisión no ofrece ese partido ni pagando, entonces la opción es ir a algún lugar donde si puedas verlo. Por ello las cantinas y los despachos contables aprovechan para contratar los partidos y hacer su particular agosto vendiendo cerveza y bailes candentes. Muchas veces en los centros comerciales con la finalidad de atraer clientes ponen pantallas donde retransmiten el partido para que al terminar la gente compre alguna cosa en sus locales. Pues ahí tienes alrededor de la pantalla a una veintena de personas siguiendo con mucha atención cada jugada.
Ante ello siempre se llevan unas estadísticas muy concienzudas respecto a los clásicos disputados y ganados por cada equipo, quien ha marcado mas goles en propia meta, o que jugador se ha ido de uno a otro equipo y ha marcado en favor de los dos conjuntos. En definitiva, para ambas aficiones el clásico es considerado EL partido, y muchas veces incluso causa una mayor expectación este encuentro que los de la propia selección.