Al estar en un país distinto,te encuentras con que hay costumbres totalmente diferentes, otras que son iguales, y unas terceras que se combina en ser parecidas pero con distintos matices. Una de estas costumbres que no cambian de un país a otro es la de las mascotas, en todos se tienen mascotas. Sin embargo suele haber diferencia en cuanto al tipo de mascota que se tiene.
Lo típico en todo el mundo es tener un perro o un gato, no importa si es un perro de la mas exclusiva raza o un simple solovino. Otros tienen peces o tortugas, y precisamente una tortuga es lo que tiene el mexiñol en su casa. Así que sin mas preámbulos, os presento a Robert, la mascota mexiñola.
Robert es una tortuga de tierra, se llama Robert porque no se si es Roberto o Roberta (si alguien sabe como verle los pelendengues o la falta de ellos, que me avise). Como bien podéis apreciar, a Robert le encanta comer lechuga y zanahoria, los expertos dicen que las lechugas no son buenas para las tortugas, pero que quieres, a esta tortuga le encanta, se zampa un par de lechugas por semana. La zanahoria también, pero como se le dificulta un poco el comerla cuando está en el suelo, la cabrona la suela rechazar, para que se la coma hay que dársela a la boca como a niño pequeño, que sibarita la tía. Así que ahí tenéis al mexiñol, sentao en el patio, cortándole rodajas a la tortuga y dándoselas a la boca.
De vez en cuando la saco a pasear al parque que hay en los alrededores de mi casa, la ventaja es que no necesito ponerle bozal ni llevarla atada por temor a que muerda a algún crío. No veas, a los críos les encanta la tortuga y se acercan a verla, y claro, sus mamás también, así que es buena excusa para un pequeño ligue de esos sin compromiso.
Una vez estando en el parque le encanta comer hierba, eso sí, no se le puede quitar el ojo de encima porque vamos, eso de que las tortugas son lentas es una falacia, no veas como corre la tía, hombre, no creo que gane una medalla de oro en las olimpiadas, pero al mexiñol casi le gana en los 100 metros lisos, suerte que yo encontré un atajo.
Como dato peculiar os comentaré que esta tortuga en invierno hiberna, es decir que desde principios de Noviembre y hasta mediados de marzo, se mete en un agujero en el patio (debajo una planta) y no sale ni pa soltarse un peo (si es que las tortugas se pedorrean).
Saliéndonos de las tortugas, hay gente que tiene en casa bichos de lo mas variopinto, desde una serpiente hasta una tarántula. Hay gente que en casa tiene cucarachas o, si tienes suficiente pasta, puedes comprarte hasta un mono. Todo ello te lo venden en unas u otras tiendas especializadas con todos los permisos en regla. Aunque ya sabes, con eso del tráfico de animales, tampoco es del todo difícil el comprar un animal exótico por debajo del agua, ya se han dado casos de gente que tiene en casa un tigre o un oso, y en el periódico local a veces se anuncian estas mascotas entre los perros y los gatos.