Ya se que en España en los últimos años se anda poniendo de moda lo de las despedidas de solteros, pero según tengo entendido lo que se hace es el fin de semana anterior o unos días antes salirse de juerga por los bares de la ciudad y hacerle un montón de putadas al futuro ex-soltero(a).
En México sin embargo lo de las despedidas de soltero tiene su intríngulis, muchas veces influenciado por lo que hacen los vecinos del norte y que solemos ver en las películas jodibudienses. Voy a intentar explicar el asunto basado en mi única experiencia personal en una despedida a la que acudí hace varios años (no, yo no era el invitado de honor).
En el caso que me tocó acudir el evento se organizaba en casa de otro colega del grupo que estaba soltero y aseguraba que él así se iba a morir (a los dos años se casó). En principio me dijeron que se iba a organizar una simple carne asada con importantes cantidades de cerveza, así que sólo nos pidieron 200 pesos por asistente (excepto el novio) y nuestra participación en el evento, se me hacía un poco caro para un simple carne asada pero en fin, todo sea por tener una historia que contar en el rincón al que le faltaban varios años por nacer.
Efectívamente así fue, un día antes del bodorrio nos citaron en casa del colega y a alguno nos tocó poner la carne en el asador, ya que estaba lista la comida no dimos tiempo a que se enfriara y la empecemos a desaparecer (con poco éxito porque sobró bastante), pero claro, hay que ingerir algo de líquido para ayudar a que la carne asada llegue al estómago, así que hubo cerveza en cantidades importantes.
Como a mitad de consumo de la cerveza pronosticada, y cuando todavía sobraba bastante carne, llegaron dos mujeres vestidas como con uniforme escolar (creo que el uniforme era de cuando realmente iban al cole porque les quedaba muy pequeño) que se colaron en la reunión. A mi me daba la impresión de que en lugar de ser estudiantes ya eran profesoras, porque la verdad es que nos enseñaron todo.
Pusieron al futuro exsoltero en un lugar privilegiado del cuarto de estar, seguidamente las chicas estas empezaron a bailar alrededor suyo y parece que el baile les hacía pasar mucho calor porque empezaron a quitarse la ropa hasta quedar literalmente en pelotillas no ombligueras. Yo no entendía bien porque pero los demás asistentes empezaron a aullar cual hombre lobo en luna llena, yo, como se suele decir que donde fueras haz lo que vieras, imité a mis compañeros, aunque no entendía bien el porque. Esta danza incluía algunos castigos ocasionales donde las mujeres nos golpeaban en la cara con sus pechos desnudos o se sentaban en el regazo de otros, eso sí, nos indicaron que las manos tenían que estar quietecitas, así que por ello es que insisto en que era un castigo, y a pesar de que varios pantalones terminaron con unas protuberancias algo extrañas y poco habituales, todos supimos guardar la compostura.
Tras varias danzas alrededor del invitado especial (quien si tenía derecho a usar sus manos) y algo ocasional entre el resto de asistentes, se llevo a cabo un sorteo, sorteo en el cual no pudo participar el futuro ex-soltero (por lo tanto y como él sí pudo meter mano, fue el mas castigado de todos). La rifa consistía en que las bailarinas iban a castigar de alguna manera especial a los ganadores, yo no gané, así que lo que estuvo sucediendo en los dos cuartos donde se encerraron los ganadores con las chicas no lo puedo describir y sólo queda a la imaginación, yo supongo que se habrán puesto de rodillas a un lado de la cama y habrán rezado por la paz mundial o algo igual de importante.
Ya que se fueron las chicas, se siguió con la ingesta de alcohol, aunque entre los asistentes había dos personas que tenían la cara mas radiante que el resto (aún no comprendo bien porque). Varios terminaron completamente borrachos tirados en el suelo y a mi, que soy algo menos bebedor, me tocó llevar al futuro ex-soltero a casa de sus padres porque en la mañana tenía que asistir a un evento en una iglesia de la ciudad.
En fin, interesante evento que hizo que el novio llegara a la iglesia con mas ganas de que llegara la noche de bodas que el andar en la iglesia o el baile y que todo el bodorrio fuera un tormento. Me han dicho que han habido peores bacanales, no lo se, yo os cuento la experiencia que viví hace ya unos 10 años.