Cuando yo era niño y vivía por gachupilandia, el 19 de marzo se celebraba a San José, que bueno, como no éramos muy religiosos se consideraba el día del padre, la gente no iba a currar y los críos no íbamos al cole. Después como que nos despadramos un poco y en algunas comunidades autónomas como que pasan del día del padre y en otras lo siguen celebrando. Supongo que será porque en algunas de las comunidades se dudará que el padre realmente sea el padre, pero yo digo, si ya pusieron el nombre en la partida de nacimiento y estuvieron aguantando los berridos por las noches, que mas da hombre. Pero vamos, que eso ya lo sabéis, simplemente lo pongo como referencia y que podamos entrar un poco en materia.
En México se le da mucha mas importancia a la madre que al padre, supongo que será por la misma idea mencionada arriba, la madre seguro que es ella, el padre cabe la posibilidad. Además la madre es la que aguanta los dolores del parto, la que se levanta en la madrugada a meterle la cuchara jarabe hasta la garganta al crío pa que deje de dar por saco, y todas esas cosas que las madres hacen.
Cuando yo llegué a México se le daba menos bombo y platillo al asunto, pero tú sabes, los comerciantes buscan cualquier excusa para que la pasta pase de tu bolsillo al de ellos, así que ¡Hala!, to cristo a festejar a papi, a comprarle unas horrorosas corbatas del todo a 100 o unos gallumbos con corazoncitos. Así que, el día del Padre, aunque con menos alboroto que al día de las madres, también se celebra por estas tierras, pero a diferencia de lo que sucede en España, aquí se celebra el tercer domingo de junio.
Lo habitual es que la gente se reuna en casa del patriarca de la familia para hacer una carne asada, alguno de los hijos o "nueros" se planta frente al asador a para preparar la carne, mientras que en la cocina la madre se pega la paliza padre preparando los frijoles, las salsas y lo demás.
En fin, una celebración mas y otra excusa para estar en familia y ponerse de cerveza hasta el cuello, pero de paso no olvides felicitar a todos los padres, tanto a los que lo son, como a los que no lo son pero creen serlo, y a los que creen que no lo son pero si lo son.