El continente americano tiene la particularidad de que aquellos quienes habitaron originalmente estas tierras, en la Era moderna no son parte del del gobierno que supuestamente los representa por tratarse de democracias. En la Antigüedad surgieron señoríos de avanzada cultura y sofisticada civilización como los mexicas, mayas o incas, pero la eventual conquista española cambió el rumbo social de los nativos americanos.
En el caso de Latinoamérica, durante el siglo XVIII, las Reformas borbónicas alentaron el sentimiento nacionalista de aquellos españoles nacidos en América, los criollos. Estos personajes, si bien eran hijos de españoles peninsulares, habían nacido en América, no en Europa, por lo que sentían la obligación de ser parte del gobierno. Este criollismo, era un sentimiento nacionalista que se sentía justificado en los antiguos Imperios mexica e inca, veían esos imperios como una analogía propia de la gloria del Imperio romano. Apoyándose filosóficamente en la Ilustración y justificándose en el Cristianismo, el criollismo fue un naciente nacionalismo ante la injusticia que los peninsulares hacían, al rechazar de los altos puestos políticos y clericales a los americanos. Pero en la práctica, el criollismo tenía a estos antiguos reinos prehispánicos solo como un ideal para justificar la independencia. Los herederos directos, o sea los indígenas, no estaban en ese plan.
Si bien las Leyes de Indias que desde Carlos I y Felipe II de España, protegían a los indios, y les daban ciertos derechos y obligaciones; en la práctica la ley no se cumplía, ya que las encomiendas se encargaban de exprimir el trabajo indígena. A pesar de que muchos clérigos defendieron a los indígenas de estos abusos, el método implementado de los Pueblos de Indios aisló a los indígenas permanentemente. Incluso el erróneo término "indio", quedó en el español como un sustantivo referente a una persona pobre e ignorante, solo aplicable a los que viven en Latinaomérica; pues los navajos, sioux y otros pueblos nativos de América del Norte no entran en este término.
Una vez logradas las independencias, el "indio" seguía siendo indio, el ignorante, el obstáculo para el desarrollo de la nación y su modernización. El mismo Benito Juárez, siendo zapoteca de nacimiento, durante su gobierno no ayudó a mejorar la situación indígena. De México hasta Argentina y Chile, el español es el idioma prácticamente de facto, mientras el quechua, el nahua, el aymara, etc. solo lo usan los indios, por lo que el problema es, que deben aprender español e integrarse a la sociedad, "en favor del progreso". Ante un siglo XIX agitado por las guerras intestinas en Latinoamérica, no había una forma en como pensar en el indígena, como igual al mestizo, culturalmente hablando. Cosa curiosa, los gobiernos exaltan el pasado indígena, pero el actual indígena es víctima de desprecio e incomprensión.
El siglo XX de la Revolución mexicana, gobiernos populistas, dictaduras en casi toda Latinoamérica, la Globalización y de políticas económicas mal empleadas, nuevamente dejaron en el abandono a millones de indígenas, a costa de cierta modernización y apertura de derechos a mujeres, trabajadores y otros sectores sociales. Y es que los países latinoamericanos, independientemente de que la cultura mestiza de cada uno de ellos, los pueblos indígenas de cada país, conforman la variada y compleja diversidad cultural. Sin contar a los pueblos de EUA y Canadá, cuya historia es completamente ajena, los pueblos indígenas de Latinoamérica han mantenido sus usos y costumbres a pesar de ser parte de los sectores más pobres y vulnerables de la sociedad.
En las últimas décadas han surgido movimientos a favor de estos pueblos, protegiendo sus culturas. Estos movimientos indigenistas han destacado grandes cambios en sus respectivos paíse, y a nivel mundial, fomentando leyes que fomenten el sentimiento de orgullo indígena y la apreciación por la multiculturalidad, como extensión de la democracia americana. De esta forma, los pueblos indígenas, han pasado de ser considerados como grupos pasivos o grupos necesitados de protección para que ellos se integren a la modernidad, a grupos activos, de modo que ellos sean partícipes de esa modernidad; a pesar de que el tema de la autonomía de las etnias indígenas, siguen siendo delicado.
En México, en 1994 se levantó en armas el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), exigiendo la reivindicación de los derechos de los pueblos indígenas mexicanos. Pero aun cuando, se logró una reforma constitucional en la que se reconocían estos derechos; este grupo armado sigue en pie de lucha, pues sabe que aun se comenten muchas arbitrariedades, y no solo en México, sino en el resto de América Latina. Aunque por otro lado, en Guatemala. La maya quiché Rigoberta Menchú, ganó el Premio Nobel de la Paz en 1992, por su lucha incansable por los derechos de los pueblos indígenas en su país, denunciando la explotación y la injusticia social.
Frente a la Globalización que dificulta aun más la lucha por la igualdad de estos grupos, en Latinoamérica es necesario defender los derechos de aquellos pueblos olvidados, aun se cometen muchas injusticias contra los "indios", solo por ser lo que son; las leyes no bastan, si no se hace nada por cumplirlas son letra muerta, es necesario promover una cultura tolerante con los más necesitados y fomentar su propio desarrollo.