Revista América Latina

El once ese

Por Mexinol
Definitivamente el día once de septiembre del 2001 fue un día que cambió al mundo, y a pesar de que en los medios nos quieren vender la moto de que si el grupo de la alcaldía, el vil anden, un tal Iván, o la madre que lo parió; hay muchas interrogantes que nadie nos quiere aclarar de que es lo que pasó en realidad, para que sigamos pensando como borregos que es por nuestra seguridad el que nos tengan que meter un palo por el culo para asegurarse de que no tenemos una bomba. Y si a ello le agregas esta crisis económica actual creada por los mas poderosos del mundo mundial para seguir dándonos por culo a los que estamos en la parte baja de la escalera, no se a los demás, pero a mi me queda claro que este mundo es una puta mierda, donde estamos a expensas de lo que cuatro cabrones quieran hacer sin importar a quien se lleven de por medio.
Después de este pequeño desahogo que no va a servir para nada, y aprovechando que se cumplen diez años del evento, quiero comentar un poco como viví aquel día 11 de septiembre del 2001.
En aquel entonces yo trabajaba para otra empresa que nos tenía un poco mas en consideración que lo que nos sucede en Pelotillas Ombligueras. Mi trabajo consistía en visitar clientes y enseñarles a hacer algunos trucos de magia para que los pedos no sonaran tan fuerte y al notar la peste pudieran echarle la culpa a alguien mas. El asunto es que yo tenía clientes repartidos por varias ciudades del norte de México, ciudades como Torreón, Tampico, Durango y otras; entre ellas me tocaba ir a Nuevo Laredo, que es una "pequeña" ciudad fronteriza con los estados juntitos de América. A un lado de esta ciudad pasa el archifamoso rió Bravo, como se le nombra de este lado, o rió Grande como le dicen los gringos, tantas veces cruzado por yon vaine. Este río sirve de frontera entre los dos países (México y EEUU), y como los mexicanos que pasan ilegalmente hacia aquel lado de la frontera tienen que cruzarlo, es por ello que les llaman "mojados". El caso es que del otro lado del río queda la ciudad de Laredo, Texas (pronunciase Tejas) y existen varios puentes para cruzar de uno a otro lado de la frontera internándose en las dos ciudades, Laredo y Nuevo Laredo. La verdad no se porque cojones le dicen nuevo al de este lado si está mas jodido que el del otro pero bueno, allá ellos.
Como decía, la empresa nos tenía en mayor consideración, y en aquella época no había hoteles de calidad en nuevo Laredo, así que nos "obligaban" a quedarnos en hoteles de Laredo acordes a nuestra categoría (pfff el mexiñol con categoría, que ridículo). Unas dos semanas antes del once ese, abrieron un hotel de la cadena jamtoninn en nuevo Laredo, así que justo el día en cuestión yo estaba hospedado por primera vez en ese nuevo y flamante hotel de la ciudad de Nuevo Laredo.
En México tenemos una hora menos que en Nuevayor, así que cuando me levanté por la mañana y me metí a bañar ni me enteré de nada, al bajar al restaurante a desayunar tenían puestas las noticias con un avión incrustado en una de las torres, ahí estaban todos como hormigas con el hoyo tapado (el del hormiguero mal pensaos) viendo la tele mientras me ventilaba mi desayuno. Al terminar subí a mi habitación para prepararme a ir a ver algunos clientes y encendí la tele un rato, pues oye, en lo que yo subía se empotró el otro avión porque cuando llegue al cuarto ya estaban los dos edificios humeantes. Me quedé un rato viendo la tele porque el asunto no era para menos, ya para entonces era claro que el asunto de accidente nada de nada.
Yo tenía varias citas pero con lo que veía en la tele es que estaba como mas atontao que de costumbre y no podía quitar los ojos de la caja tonta. De repente, ¡Hala!, a tomar por saco una de las torres, se me abrieron los ojos como platos y menos salí del hotel. Ya que se cayó la segunda torre eso era el recopón, lo primero que me vino a la mente eran las decenas de miles de muertos que seguramente iba a haber, pues según tenía entendido en esos edificios trabajaban miles y miles de personas, cuando al final hablan de menos de 5mil personas, creo que dentro de la tragedia el asunto salió bastante barato en ese aspecto.
Yo de todos modos tenía que trabajar, que aunque no lo creáis soy muy responsable (de veras, no os riáis, que es cierto), así que como ya había fallado a la primera cita, no me quedó mas remedio que salir del hotel para empezar a ver clientes. Llegué a ver al primero aunque tarde. En la oficina estaban dos gatos pegados a la tele, así que la charla fue del tema nada mas, y me comentaron que la frontera con EEUU acababa de ser cerrada así que por el resto del día no iba a haber trabajo. Fui a ver al segundo cliente y la historia era la misma, así que lo que hice fue volverme al hotel y pegarme a la tele, no tenía ningún sentido el andar a vueltas en la calle.
Mi viaje estaba programado para varios días, pero hablé a la oficina y no hubo necesidad de decir que me volvía pa casa, ellos mismos me lo ordenaron. Puedo decir que tuve suerte, si hubiera estado en un hotel del otro Laredo, me habría quedado atrapado en los estados juntitos un par de días ya que las fronteras estuvieron cerradas a cal y canto y no dejaban pasar ni a los sin papeles.
En fin, un día para recordar u olvidar, depende del punto de vista, lo que sí es cierto es que no se que cojones podamos hacer para ponernos de acuerdo entre todos los que estamos y mover esta puta escalera, para que los que estén arriba se caigan a tomar por saco a ver si dejan de darnos por culo, mientras nos ven la cara de gilipollas y les agradecemos por hacer lo que hacen.

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