Revista América Latina

El veladuerme

Por Mexinol
Si os digo la palabra "velador" algunos podemos empezar a pensar en las velas de las iglesias, o en las que compramos previniendo el próximo sablazo en el recibo de la luz, por aquello de quedarnos a dos velas. Y aunque en cierta medida el tema a tratar puede tener algo que ver con el asunto de las velas, no va por ese lado.
El velador es una persona que antiguamente usaba velas para andar vigilando por las noches, o que "velaba" por los intereses de la gente, cuidando que los amantes de lo ajeno no hicieran su agosto protegidos por la noche (¡Toma frase elegante!). En México, este apelativo se les otorgó a los cuidadores que en las noches vigilan las empresas, así que en pocas palabras, el velador viene a ser lo que en gachupilandia conocemos como "guarda jurao" o vigilante nocturno.
Pero resulta que no nada mas en la noche nos hace falta estar protegidos de los malandrines, así que en las empresas se tiene la costumbre de poner a un vigilante en la puerta para que registre a cada persona que entra o sale de la planta, a los que entran para que traigan el equipo de seguridad necesario (cascos, tapones auditivos etc.) y a los que salen no vaya a ser que salgan corriendo con alguna pelotilla ombliguera escondida en la faltriquera.
¡Vale!, y eso ¿Qué tiene de especial? me dirá mas de uno, en gachupilandia también los hay, en ocasiones son unos armarios roperos que nada mas con verlos se te quitan las ganas de robarte ni una sola pelotilla, otras veces son unos gordos mantecosos que no te alcanzarán corriendo, pero sí rodando.
En fechas recientes ha habido ya un par de personas que me han dicho que son expertos en seguridad y que andan pensando venir a México a trabajar como agentes de seguridad, guardaespaldas o cosa similar, y uno enseguida piensa en estos guardas juraos como una posibilidad. El caso es que estos vigilantes diurnos, veladores nocturnos (que en lugar de vigilar se duermen, de ahí lo de "veladuerme") o guardajurao en versión gachupina, en México habitualmente no son ni armarios roperos, ni gordos mantecosos.
Hay ocasiones en que ese "sucio" trabajo las empresas no lo quieren hacer, así que subcontratan a otras compañías que se dedican a la "seguridad privada", las cuales pondrán a un vigilante a hacer ese trabajo.
Estas empresas de seguridad contratan gente a mansalva, ofrecen un supersalario mejor que la empresa de enfrente, que rara vez superará los 5 ó 6 mil pesos al mes (unos 350 euretes), le pondrán un uniforme y a correr, si requieren una porra o un gas pimienta para controlar a gente, lo tendrán que comprar ellos mismos.
El veladuermeImagen de una oferta solicitando veladuermes que ha salido esta semana, nótese la discriminación hacia las mujeres a quienes ofrecen un sueldo menor
Lo anterior es si la empresa decide subcontratar el servicio de vigilancia, pero también se da el caso de empresas que contratan directamente a sus veladuermes. En estos casos lo que se busca es pagar lo menos posible (bueno, en esos casos y en todos los demás), ya que hay que tener en cuenta que lo único que va a estar haciendo esta persona es dar un par de vueltas en la noche por la planta para que se oiga que hay alguien y no se vaya a meter nadie. Y en el día que esté marujeando a ver quien entra y quien sale de la empresa, vamos, que se pasa prácticamente tol día rascándose las pelotillas ombligueras, así que si hace poca cosa, ¿Por que pagarle mas?.
Para ello, lo mas fácil y habitual es contratar a personas de edad avanzada, y si, me refiero a yayos. Es muy habitual que llegues a una empresa y seas recibido por un abuelete que te dirá que a ver con quien coño vas, que firmes el libro de visitas y que esperes por media hora hasta que don pelotillón autorice a que pases.

El veladuerme

veladuerme presto para interceptar al malandrín


Estos yayos lo mas habitual es que sean personas que ya están jubilados, pero que gracias a las excelentes pensiones que tenemos en México, si quieren comer algo mas que un par de judías rancias al día necesitan mejorar sus ingresos, así que ofrecen sus servicios como veladuermes.
En algunos casos les dan de alta en la seguridad social, que aunque ya estén cobrando una pensión y puedan hacer uso de los servicios sanguinarios del seguro médico, no se si esto les permita que al pasar de los años puedan acceder a una mejor pensión. Aunque también hay otras empresas que ni los registran en el seguro sosiá, con la excusa de que como el yayo ya está jubilado ya cuenta con la asistencia sanguinaria. Así que entre la mierda de sueldo que les pagan y la mierda pensión que tienen, ya juntan un poco para poderse pagar la entrada al cine del fin de semana con la parienta o para darle la paga a los 18 nietos y que lo vayan a ver, que si no hay paga, ya se puede morir el abuelo que los nietos ni se enteran.

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